A un año de su aprobación, ¿qué pasó con el programa de salud menstrual municipal?
La oposición pidió informes tras el reciente lanzamiento del programa nacional MenstruAR, destinado a fortalecer las iniciativas municipales.
En mayo de 2022, se aprobó en Mar del Plata la Ordenanza 25536 por medio de la cual debía crearse en el Partido de General Pueyrredon un programa de salud menstrual con el objetivo de garantizar productos de higiene en espacios públicos municipales como escuelas o centros de salud. A un año de la aprobación de la normativa, desde la oposición presentaron un pedido de informes dirigido al gobierno municipal para conocer en qué estado se encuentra su implementación.
En 2020, luego de un trabajo en conjunto con organizaciones feministas y la Facultad de Ciencias de la Salud y Trabajo Social de la Universidad Nacional de Mar del Plata, el bloque del Frente de Todos presentó una iniciativa, finalmente aprobada en 2022, con el objetivo de crear a nivel municipal un programa de salud menstrual.
Es por eso que, a un año de su aprobación, desde el espacio político ingresaron un expediente al Concejo Deliberante para solicitar al gobierno municipal informes respecto a su implementación, además de detalles acerca de las partidas presupuestarias asignadas y ejecutadas.
A su vez, y tras el reciente lanzamiento del programa nacional MenstruAR -destinado a garantizar el acceso a productos de gestión menstrual pero también a fortalecer los programas e iniciativas municipales como la aprobada a nivel local a través de la entrega de productos para su distribución- desde el Frente de Todos solicitaron conocer cuáles fueron o qué gestiones a futuro prevé el gobierno municipal con el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad.
Al momento del tratamiento y la promulgación de la normativa, desde la oposición aseguraron que “se puso de manifiesto que lejos de ser una cuestión personal, privada y cosmética, la menstruación es una verdadera problemática de salud pública“.
En ese sentido, el objetivo central del programa es “garantizar el derecho a la gestión menstrual en condiciones igualitarias y dignas de información y acceso a productos dentro del Partido de General Pueyrredon” destinado a cualquier persona menstruante.
Al igual que la política MenstruAR, el espíritu de la norma se sustenta en la desigualdad económica que existe a la hora de gestionar el sangrado menstrual con costos que no todas las personas pueden afrontar y que impacta, sobre todo, en los sectores más vulnerabilizados generando, por ejemplo, deserción escolar o situaciones de vergüenza y discriminación.
En concreto, el programa municipal de salud menstrual prevé la distribución de productos de gestión menstrual tanto descartables como reutilizables (toallitas higiénicas, tampones, copas menstruales o ropa interior absorbente) en espacios municipales como escuelas o centros de salud. A su vez, contempla la provisión gratuita de analgésicos y otros elementos para gestionar los dolores menstruales.
Al momento de presentar el pedido de informes, desde la oposición apuntaron contra la secretaria de Desarrollo Social, Vilma Baragiola, y la directora de la Dirección de Políticas de Género, Daniela Zulcovsky, quienes “expresaron que el programa formaba parte de las acciones que se llevarían a cabo por la Dirección contando con partidas presupuestarias“, según afirmaron desde el bloque respecto a las declaraciones de las autoridades municipales durante el tratamiento del Presupuesto 2023.
“La mitad de la humanidad menstrúa todos los meses por un lapso de cinco a siete días por aproximadamente 39 años. Aunque se trata de un proceso fisiológico natural, la menstruación todavía es un tema tabú que está oculto y reservado al o privado”, describe el expediente al reparar en la “necesidad” de inversiones económicas para garantizar condiciones mínimas y esenciales de salubridad y de insumos para la gestión menstrual.
Según datos del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad, se estima que más de 12 millones de personas menstrúan en Argentina. Y a pesar de haber sido realizada en base a los precios de marzo sin tener en cuenta la inflación de los últimos meses, la última actualización de la organización nacional Economía Feminita dio cuenta de un gasto anual por persona menstruante de $10.915 en toallitas y $12.145 en tampones.
