RePUPA: a 8 años de la sanción, buscan derogar la norma y adherir a la provincial
Desde el gobierno local respondieron que la ordenanza que establece la creación de un registro de pequeños elaboradores de alimentos se “superpone” con la ley provincial.
La falta de reglamentación a lo largo de los años de la ordenanza que se aprobó en 2015 y que estableció la creación de un Registro de Pequeñas Unidades Productivas Alimenticias (RePUPA) en Mar del Plata fue lo que motivó en 2022 un nuevo pedido de informes dirigido al Ejecutivo local. Y ahora, en su respuesta, más allá de todos esos años sin reglamentar, el gobierno sostuvo que la ordenanza debe ser derogada al “superponerse” con una normativa provincial sancionada en 2020, a la que busca adherir.
En el último año, el bloque del Frente de Todos (ahora Unión por la Patria) solicitó nuevamente al gobierno municipal informes en torno al avance de la reglamentación de la norma que en 2015 estableció la creación del RePUPA destinado a pequeños productores artesanales de alimentos en Mar del Plata.
La normativa, sin reglamentar por más de ocho años, estaba dirigida a unidades “mínimas” productivas dedicadas a la elaboración y posterior comercialización de productos alimenticios, es decir, productos elaborados por pequeños productores de la economía popular o economía social y solidaria.
Entre sus requisitos, la norma solicitaba estar inscripto en el Registro Nacional de la Agricultura Familiar, contar con carnet de manipulación de alimentos y tener la libreta sanitaria vigente.
En ese sentido, desde la oposición solicitaron al gobierno avances en la reglamentación de la normativa pero también informes respecto a la articulación con la Provincia de Buenos Aires a partir de una resolución del 2020 en la que el gobierno bonaerense creó un registro de las pequeñas unidades productivas.
Sobre ello, desde la oposición sostuvieron que diferentes unidades productivas de Mar del Plata intentaron avanzar en la regularización de sus espacios de elaboración a través de la norma provincial aunque “se encontraron con dificultades precisamente por la falta de reglamentación local”.
En su respuesta que llegó recién en las últimas horas, el gobierno municipal aseguró que consultó al Ministerio de Desarrollo Agrario de la Provincia sobre el alcance de la norma respecto a “si la inscripción en el registro, exime a dichas unidades cumplir con la normativa de habilitación y uso del suelo local así como del control bromatológico de los alimentos quedando dichas facultades de fiscalización y control a cargo de la autoridad de aplicación”.
Ese pedido, sostuvieron, apuntaba a conocer si el Municipio podría exigir la habilitación de las PUPAAS y realizar controles bromatológicos de los alimentos, luego de afirmar que la reglamentación de la norma municipal se trabajó en forma conjunta con los sectores de la economía social y solidaria.
A pesar de no haber sido contestado, aseguraron que en otra comunicación el Ministerio de Desarrollo Agrario manifestó “predisposición para efectuar coordinada o consultivamente las acciones en materia de alimentos que se consideren necesarias para capacitar a quienes a nivel local realizan tareas de control”.
En ese sentido, a pesar de cinco años sin reglamentación de la normativa local, desde el gobierno municipal plantearon revocar la Ordenanza 22.212 para ahora evitar una “superposición” y “redundancia”, y adherir a la resolución provincial que crea el Registro Provincia de Pequeñas Unidades Productivas de Alimentos Artesanales y su reglamentación.
Y sugiere que se establezca al Departamento de Bromatología como área encargada del control y regulación de resolución en los casos que lo requiera dentro de los límites de la misma.
