Viernes 26 de abril | Mar del Plata
05/03/2015

Caso Mirian Flurin: las pruebas que conducen a Gatto

Las contradicciones y mentiras de su relato. El vehículo que usó el día de la desaparición y muerte de Mirian. Los gritos que escucharon los vecinos de su vivienda. “Ella le temía, pese a encontrarse separados”, indicaron los testimonios de la causa.

Caso Mirian Flurin: las pruebas que conducen a Gatto
Momento en que Gatto ingresa a la DDI. (Foto Kito Mendes).

“Esa se preocupa más por un preso que por sus hijos. Si la mato y aparece en un descampado, quién va a sospechar de mí”. Así se habría expresado Eduardo Gatto, a viva voz, frente a familiares de Mirian Flurin, cuando ella aún estaba desaparecida. Esta y todas las pruebas reunidas por la Dirección Departamental de Investigaciones (DDI) llevaron al pedido de detención del presunto asesino, que fue encontrado este jueves en Tandil, donde vive su madre.

Gatto fue la primera pareja de Mirian y con quien tuvo tres hijas. Según los testimonios de sus allegados, el hombre “desde siempre la golpeaba”. “La llevaba engañada a ver a las hijas a su casa en Bahía Blanca al 600 y luego la golpeaba, la obligaba a mantener sexo con él y terceras personas”, surge de acuerdo a la investigación.

De hecho, el viernes a la medianoche –día de su desaparición-, los vecinos de la casa del hombre acusado del femicidio, escucharon gritos de una mujer que decía: “No me pegues, me tenés cansada”.

De acuerdo a la investigación de la DDI, fue Gatto la última persona que vio con vida a Mirian. En su relato, dijo que pasó a buscarla por la casa a las 15,30 en su auto –un Clío color gris-, y que luego la dejó en Maipú y Juncal, donde la joven se tomaría un colectivo para ir hasta el estudio de un abogado por el centro de Mar del Plata.

Incluso, fue más allá en su testimonio. Dijo que la mujer tenía problemas con una segunda pareja por el reclamo de la tenencia de uno de sus hijos, y con su actual novio detenido en Batán dado que la familia del interno la tenía amenazada por discrepancias por la venta de drogas. Sostuvo también que tenía una relación sentimental con un tal “Santiagueño”.

Pero las averiguaciones realizadas y las declaraciones recibidas llevaron a desarmar ese relato: según explicaron desde la DDI, se pudo determinar que “todas sus manifestaciones no eran verdaderas”.

En principio, quedó en evidencia, por lo referido por su mecánico, que ese día el Clío estaba en el taller y por lo tanto Gatto se movilizaba en un Renault 18 color champagne, que le había prestado.

Luego, al analizarse las filmaciones de cámaras municipales y privadas, se constató que Gatto nunca llevó a la víctima hasta Juncal y Maipú (además la tarjeta de colectivo no registra ningún viaje ese día); por el contrario, se observó un vehículo de similares características al que usaba el presunto asesino, sobre la Ruta 2, en sentido al barrio El Sosiego, donde fue hallado el cadáver de Mirian.

A su vez, se comprobó que el “Santiagueño” era una persona inexistente, que ella no tenía problemas con su segunda pareja, dado que al consultar al abogado que tenía que ver supuestamente ese día, según Gatto, el profesional dijo que Flurin no era su cliente, que no tenía cita para ese viernes y que tampoco llevaba expediente alguno por una tenencia que reclamara la víctima.

Familiares y allegados a Mirian testimoniaron que “ella le temía, pese a encontrarse separados”. Y además, que Gatto “estaba furioso por la relación sentimental que mantenía con el joven (preso en Batán)”.

El día de su desaparición –y posterior muerte-, cerca de las 19, se realizó un llamado de consulta de saldo –desde el celular de Mirian-, tomado por una antena distante a 400 metros de la casa de Gatto y dentro del radio de cobertura. Esa misma casa que abandonó luego de prestar declaración, junto a los cuatro hijos de Flurin, rumbo a Tandil, donde  fue detenidos este jueves, cuando salía de una vivienda ubicada en Santamarina al 100.

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05/03/2015