Duendes, mitología hecha a mano
Los artesanos que en Mar del Plata le dan vida a estos seres fantásticos que inspiran leyendas, libros y películas están convencidos de que existen. Son protectores pero el mito indica que también son quienes esconden las cosas. Su creación y la magia que los rodea.
Prácticamente es creer o reventar. Dicen que los hay buenos y no tanto. El mito indica que algunos son protectores, pero a la vez traviesos. De apariencia grotesca pero con alma noble, decoran habitaciones, cuelgan de las paredes e inspiran leyendas, libros y películas. De todas las criaturas fantásticas, tal vez los duendes sean los más próximos a la realidad ¿Existen? Los artesanos que en Mar del Plata le dan vida con sus manos a estos seres, están convencidos de que sí.
Es innegable que los duendes tienen un atractivo especial, más allá de creer en ellos o no. Son criaturas exóticas que la historia presenta como guardianes del bosque y la naturaleza, pero que al mismo tiempo se ganaron la fama de ser quienes sigilosamente esconden las cosas. Entre la curioso y lo mitológico, son parte de casi toda feria de artesanos que pueda encontrarse en el país.
“En mi casa siempre esconden algo”. Verónica se dedica a fabricar duendes. Lo hace con sus manos, en el taller que montó en su casa, para luego venderlos en la Diagonal de Los Artesanos de Mar del Plata. Y sí, está convencida de que ellos son los causantes de que sus pertenencias por momento desaparezcan o cambien de lugar.
LA CREACIÓN
En la casa de Verónica puede haber decenas de duendes, además de bolsas enteras con recortes de telas y una buena cantidad de porcelana, la base con la que los fabrica. Sin embargo, vale aclarar que los crea “sin moldes” para que cada uno tenga su propia identidad.
La artesana reconoce que la personalidad del duende que va tomando forma entre sus manos “nace en el momento” y por eso cada uno es individual en sus facciones y en su ropa. Son articulados, por lo que pueden variar de posición.
Cuando la porcelana toma forma y las facciones le dan expresión al duende, pequeños trozos de tela terminan de consolidar una identidad. Sus modelos, no se repiten.
Sin embargo, la inspiración de Verónica tiene un secreto que algunos compradores pueden desconocer: reconoce que algunos de los duendes que crea se parecen o a su padre, a alguno de sus hijos, o bien a amigos y hasta a una compañera de la feria de artesanos. Por eso además le pone nombre a cada uno de ellos. Se ríe al nombrarlos y asegura que “tienen una magia especial”.
Están en cientos de casas. Apoyados en viejos muebles, colgando de ventanas o hasta en el mismo dormitorio. El mito indica que protegen y dan buena energía en un amplio radio de donde se los ubica. Pero también se dice que disfrutan de esconder cosas. Si algo no aparece, por más remota que sea la posibilidad, puede que lo haya cambiado de lugar alguno de los duendes de Verónica.
