Frente al riesgo de derrumbe, el Municipio dispuso la demolición del ascensor de Acantilados
Se trata de un histórico reclamo de los vecinos de la zona ante el potencial peligro que implicaban las estructuras montadas sobre el acantilado.
El gobierno municipal dispuso la demolición del ascensor abandonado del barrio Los Acantilados, ubicado sobre el barranco costero y con un potencial riesgo de derrumbe por el cual históricamente las y los vecinos de la zona pedían que se tomaran medidas en el lugar. El operativo se llevó adelante este viernes luego de reubicar a las personas que se alojaban entre las estructuras.
El “ascensor” de acantilados era una importante estructura de concreto que estaba montada sobre el acantilado y permanecía abandonado -como tantas otras construcciones en la zona– luego de que las playas de la zona dejaran de ser concesionadas a Playas del Faro. En consecuencia, pasó a dominio municipal y la falta de mantenimiento lo convirtió en un peligro latente.
Frente a los reclamos que hicieron en más de una oportunidad desde la Asamblea por los Espacios Públicos, de los cuales incluso se hicieron eco en el Concejo Deliberante, el gobierno de Guillermo Montenegro dispuso la demolición de la estructura y también el la reubicación de las personas que vivían en ella.
A través de un decreto, el jefe comunal sostuvo que numerosos informes técnicos establecían desde 2017 que las estructuras no estaban en condiciones y además, las mismas se encontraban en jurisdicción municipal.
En consecuencia, ante esos informes técnicos, los reclamos históricos de vecinos, vecinas y para evitar que se produzca una tragedia, desde el Municipio decidieron darle paso a la Delegación Vieja Usina para “el desalojo y demás acciones tendientes a garantizar la seguridad pública como así también la integridad física de los eventuales moradores del lugar“.
Asimismo, se otorgó a las áreas intervinientes “las más amplias atribuciones”, con el objetivo de llevar adelante la desocupación, el apuntalamiento de las estructuras y también la demolición de las mismas, como también “toda otra tarea que se estime necesaria para el cumplimiento de los objetivos impuestos”, algo que finalmente se concretó este viernes.
