Fruteros denuncian “persecución” de Inspección General
Forman parte del Movimiento de Trabajadores Excluidos. Acusaron el secuestro de mercadería “con métodos violentos y amenazantes”.
La rama de vendedores fruteros que forma parte del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) y de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP) trabaja hace tiempo para lograr avances en una ordenanza que habilite sus puestos de venta fijos. Mientras tanto, llevan adelante la actividad en distintos puntos de la ciudad. Y en ese contexto en las últimas horas denunciaron que pese a una serie de acuerdos mantenidos con Inspección General el viernes pasado uno de los trabajadores sufrió un operativo con “métodos violentos y amenazantes”.
A través de un comunicado, desde el MTE denunciaron “la persecución y arbitrariedad en los procedimientos que sufren” los trabajadores fruteros del espacio mientras desarrollan su tarea. En este sentido, apuntaron contra Inspección General, tal como lo hicieron en otras oportunidades, por no cumplir un acuerdo arribado tiempo atrás.
Así, expusieron un episodio ocurrido el viernes pasado. Según relataron, se produjo alrededor de las 15 cuando uno de los trabajadores tenía su puesto en la zona de El Cano y la Ruta 88.”Irrumpió de forma intimidatoria un operativo de la Dirección de Inspección General que secuestró mercadería sin brindar explicaciones, utilizando métodos violentos y realizando amenazas a los trabajadores”, acusaron.
Y sumaron: “Incluso, a la hora de retirar las frutas y verduras del depósito de Inspección, solicitamos información sobre las razones de tal acción porque detectamos un procedimiento arbitrario e ilegal, y no obtuvimos respuestas sino nuevas amenazas y un trato violento”.
En este sentido expresaron: “Nosotros y nosotras siempre nos manejamos con respeto e integridad, aspectos que en el equipo de Inspección no estaría sucediendo”.
Teniendo en cuenta la actividad que realizan, desde el MTE explicaron que los integrantes de la rama “se encuentran identificados con un chaleco de la organización, ya que esa fue una de las condiciones que acordamos para que nos dejen trabajar sin problemas y en paz”.
“En este contexto de crisis, aumento de precios descontrolados y caída del consumo, los y las trabajadoras de la economía popular nos vemos obligados a extender nuestras jornadas de trabajo para alcanzar un salario digno y poder sostener nuestras familias”, sumaron.
