Glovo: repartidores sin aumento ni elementos de protección ante la pandemia
La emergencia sanitaria alteró sus reclamos por un incremento salarial y sumó la necesidad de que las aplicaciones les den barbijos, guantes y alcohol en gel.
Hasta que se desencadenó la pandemia del nuevo coronavirus en Argentina, y precisamente en Mar del Plata, los repartidores de la aplicación de delivery Glovo estaban llevando adelante intensas jornadas de lucha para lograr una mejora en el dinero que perciben por cada envío. Sin embargo, la emergencia sanitaria alteró esos reclamos y sumó otros: la necesidad de que la empresa les brinde regularmente elementos de protección como barbijos, guantes y alcohol en gel.
Los trabajadores de una de las aplicaciones que funciona en Mar del Plata –además de PedidosYa y Rappi- venían llevando adelante caravanas, cortes de calle e incluso paros en medio de un conflicto para que, a través del jefe de operaciones local de la marca, les brindara un aumento significativo de sueldo.
En principio habían logrado obtener “multiplicadores” de sus pedidos a la espera de una mejora que sea aprobada por las autoridades. Luego, les quitaron los multiplicadores para otorgarles una suba inferior al 20% de lo que perciben –de 9 a 13 pesos por kilómetro recorrido- más allá de la tarifa fija de 42 pesos y el cobro de minutos de espera.
Tras el último paro realizado el 13 de marzo, iban a tener una reunión con representantes de la firma que debió ser suspendida por la entrada en vigencia de la cuarentena general. Ante esta situación, entendieron la necesidad de pausar las medidas de fuerza pero no sin dejar de exigirle a la multinacional.
En este contexto, piden un incremento de emergencia del doble para que, además de cobrar mejor, tener que circular menos por las calles –cabe recordar que son una de las excepciones del decreto presidencial- en cada jornada. También exigen que les den regularmente elementos de protección para no poner en riesgo sus vidas y las de los clientes, ya que lamentan que desde el comienzo de la pandemia sólo les dieron un barbijo descartable y un par de guantes.
Aún sin respuestas, los trabajadores siguen llevando adelante sus tareas en una ciudad desierta, por lo que algunos incluso desistieron de realizar entregas a la noche, por la inseguridad que les genera tener que salir a las calles cuando prácticamente no circula nadie por el aislamiento.
En caso de seguir sin respuestas y verse obligados en consecuencia a seguir arriesgando sus vidas, no descartan volver a hacer una medida de fuerza en medio de la pandemia y articulada con otras ciudades y también otras aplicaciones, quienes están llevando adelante las tareas en condiciones igual de precarias.
