Histórica marcha a 48 años del golpe de Estado: “Pretenden destruir la memoria”
La postura reivindicatoria del terrorismo de Estado del gobierno de Milei atravesó la movilización del Día de la Memoria en Mar del Plata.
La fuerte crisis social y económica y la postura negacionista y hasta reivindicatoria del terrorismo de Estado que asechó al país entre 1976 y 1983 sostenida por parte del gobierno de Javier Milei atravesaron este domingo la masiva marcha que, como cada año, se desplazó por el centro de Mar del Plata en el Día de la Memoria por la Verdad y la Justicia, al cumplirse 48 años del último golpe que dio paso a la sangrienta dictadura cívico militar. Los organismos estimaron la presencia de unas 70 mil personas en la movilización y la calificaron como histórica.
“Más de 30 mil razones para defender la patria” fue el lema elegido este año por los organismos de derechos humanos para plantear diversas reivindicaciones y para seguir exigiendo justicia al cumplirse 48 años del momento en el que se inició de la última dictadura cívico militar.
La concentración en Mar del Plata, tal como estaba previsto, se inició antes de las 15: una en torno a la Plaza San Martín, convocada por los organismos como Abuelas de Plaza de Mayo, Nietes, Asociación de Familiares de Detenidos Desaparecidos y Colectivo Faro de la Memoria. Y otra sobre la Plaza Rocha encabezada por una multisectorial “independiente” conformada por distintas organizaciones de izquierda.
Hacia las 16, finalmente, la columna principal con cabecera a la altura de la costa y la “independiente” sobre la Plaza Rocha, empezaron a darle forma a la masiva marcha sobre la avenida Luro. La porción mayoritaria recorrió el centro por la calle Buenos Aires hasta la avenida Colón y retomó por Independencia para volver a hasta el monumento a San Martín.
Previamente, al doblar por Luro la movilización se vio algunos minutos detenida teniendo en cuenta que integrantes de algunas de las organizaciones de izquierda que habían quedado en ese sector sin sumarse a la marcha escracharon con pintura y prendieron fuego una bandera de Israel con una foto de Milei frente a la sucursal del banco BBVA, que motivó una breve intervención de Defensa Civil.
“Nunca más es nunca más”, rezaban algunas banderas colocadas sobre la costa de Mar del Plata al paso de la marcha que se extendió durante cuadras y cuadras, encabezada por Abuelas y Madres de Plaza de Mayo -entre ellas Emilce Flores de Casado, Irene Molinari y María Luisa Corlatti-, y que contó con la participación de numerosas organizaciones, sindicatos y partidos políticos y también con personas independientes.
Según estimaciones de los organismos convocantes, unas 70 mil personas participaron de la jornada con una extensión de 17 cuadras.
Las fotos y los gritos con los nombres de las víctimas en alto e intervenciones artísticas realizadas a lo largo de la marcha completaron la postal de una movilización multitudinaria.
La figura de Javier Milei y su política de desguace del Estado y regresiva en materia de derechos fue centro de las consignas, aunque una se volvió inevitable: los cuestionamientos a la postura negacionista e inclusive reivindicatoria de la última dictadura adoptada por el gobierno.
Es que este mismo domingo el presidente buscó potenciar ese mensaje a modo de provocación a través de videos y publicaciones en las redes sociales: en ellos hablaron de “un gran negocio” para referirse al trabajo realizado por organismos de derechos humanos y hasta insistieron con calificar al genocidio como una “guerra”, un profundo sinsentido ante la sistematicidad del plan de exterminio articulado de las Fuerzas Armadas en complicidad con sectores de la sociedad civil.
En el documento, los organismos repudiaron el “ataque sistemático, cínico y planificado del gobierno extremista libertario a las políticas de Memoria, Verdad y Justicia”.
Y analizaron que ese ataque “no forma parte de un mero aspecto comunicacional sino que apunta a mancillar la memoria de las y los 30.000 desaparecidos” y “al origen de su lucha, al utilizar entre otros recursos, la misma terminología deshumanizante de ‘subversivos’ y ‘terroristas’ que la dictadura usó para justificar el genocidio y deslegitimar a éstos como militantes surgidos del pueblo”.
En este marco, el documento reflejó una sensación que atravesó a la masiva marcha: “Hoy hay figuras en la política que forman parte central de este fenómeno de extrema derecha que pretenden destruir la memoria sobre esta generación comprometida que confrontó al modelo hegemónico de entonces, que defendió y dio marco legal a los derechos laborales, modelo e intereses que aún hoy permanecen intactos”.
Ya durante la sesión especial del Concejo Deliberante realizada por la mañana las organizaciones habían apuntado contra la vicepresidenta de la Nación, Victoria Villarruel, quien durante la semana había declarado que existe “un morbo” ante cada aniversario del golpe de Estado por parte de organismos y organizaciones de izquierda. “No es morbo, no es odio ni rencor, es justicia”, le respondieron.
El programa de ajuste de Milei, entendieron los organismos en su mensaje, se vincula directamente al mensaje propulsado en los últimos días: “No atacan la memoria por rencor sino como recurso político indispensable para lograr un cierto grado de consenso social que les sirva de base para la profundización del ajuste extremo acompañado de una ‘lógica’ y salvaje persecución, cárcel y represión del quienes protagonicen la resistencia a la destrucción de nuestra patria”.
Asimismo, señalaron que cientos de condenas judiciales en base a miles de testimonios de víctimas han servido para “graficar la barbarie” y repudiaron de ese modo a quienes desde una “posición política cuasi fascista, negacionista o directamente de justificación y reivindicación del genocidio, pretenden hablar sobre el número de desaparecidos ya que no existen antecedentes en el mundo donde se legitime una discusión válida con quienes ejercieron el terrorismo de Estado, ni con sus defensores políticos”.
“No debatimos con los asesinos, ni con quienes reivindican a estos criminales como si fueran perseguidos políticos y patriotas”, concluyó, en ese sentido, el documento.
Además, los organismos plantearon estar en “estado movilización permanente” al plantear que la democracia “está siendo vulnerada bajo un intento descarado del actual gobierno para reconvertirla en un régimen autocrático, con las libertades individuales y colectivas afectadas, la violencia y la represión normalizadas y la persecución instalada como alternativa corriente para linchar mediáticamente o silenciar a cualquiera que intente oponerse de manera firme al modelo libertario trasnacional”.
Por su parte, distintas organizaciones de izquierda que se movilizaron por detrás de la columna principal sumaron el repudio al reciente hecho denunciado por la agrupación Hijos de Rosario respecto a un atentado y abuso sexual que sufrió una militante que terminó con sus autores dejando como mensaje “VLLC (Viva la libertad carajo)” -frase utilizada como consigna por el presidente Javier Milei- y cargaron contra “el negacionismo y la represión que une a Milei, Villarruel y (Patricia) Bullrich”.
