Ollas populares de organizaciones y cooperativas contra los “salarios de indigencia”
Con el lema “La canasta nos aplasta”, el Frente de Organizaciones en Lucha (FOL) reclama en el centro por un aumento de los recursos destinados a los programas de empleo.
Los movimientos sociales nucleados en el Frente de Organizaciones en Lucha (FOL) realizaron este martes frente a la Municipalidad una jornada de ollas populares en el marco de un “plan de lucha a nivel nacional” que llevan adelante por el incremento del costo de vida y, fundamentalmente, por los ingresos de los trabajadores cooperativistas ya que según expresan, reciben “salarios de indigencia” por los programas de empleo de los que forman parte.
Como sucedió en varias ocasiones durante el 2020 en el marco de la pandemia, diversas cooperativas nucleadas en el FOL se manifestaron bajo el lema “la canasta nos aplasta”. En primera medida, en reclamo de mejoras en la asistencia alimentaria para los miles de comedores y merenderos populares. También, por aumento de los salarios que reciben al realizar trabajos para el Estado y que son consumidos por el aumento de los productos indispensables.
Según manifiestan, son quienes en los barrios aseguran “un plato de comida” para miles de personas, como así también meriendas, tareas que no son reconocidas como “esenciales” pero que marcan el pulso en los barrios, donde en estos últimos meses “se han triplicado” los pedidos de asistencia.
A pesar de ello, en las tareas que llevan adelante diariamente en los programas de empleo, solo obtienen un sueldo de apenas $10.800, ingresos que representan vivir en la indigencia en todo el país y también en Mar del Plata, según publicó el Índice Barrial de Precios (IBP).
“Mientras millones nos empobrecemos cada día un poco más, un pequeño grupo de corporaciones y organismos internacionales se enriquecen vertiginosamente. Mientras que el salario mínimo vital y móvil se encuentra en los $21.600, la canasta básica familiar supera los $54.207, es decir, una familia necesita más de veinte mil pesos para no ser indigente”, indicaron desde las organizaciones sociales y con estos números sobre la mesa se preguntan: “¿Cómo podemos alimentar a nuestras familias con $10.800?”.
Cuando el costo de vida aumenta mes a mes, desde el Frente denuncian que el Consejo Nacional de Salario acordó una suba del salario mínimo del 28%, conociendo que la inflación en 2020 cerró en 36,1% y con fuerte injerencia de los alimentos en los aumentos, con todo lo que eso representa.
A su vez, el Frente de Organizaciones en Lucha (FOL) dio a conocer que en los últimos cinco años, “el salario mínimo ya lleva acumulado un 32% de pérdida, mientras que los y las trabajadores cooperativistas reciben la mitad de ese salario por sus jornadas laborales”.
A raíz de esto, además las agrupaciones recalcan: “En este contexto de empobrecimiento sostenemos que el Estado no tiene que destinar un solo centavo al pago de una deuda fraudulenta contraída por el gobierno de Mauricio Macri. No se puede pagar la deuda a costa del hambre de millones de personas“.
