Demoraron la salida de micros del grupo Vía Bariloche por un reclamo nacional
Desde la agrupación Juan Manuel Palacios de la UTA reclaman la reincorporación de 50 trabajadores de que fueron despedidos en Neuquén.
Como un capítulo más de la interna que sacude a la Unión Tranviarios Automotor (UTA), este viernes choferes nucleados en la agrupación Juan Manuel Palacios protagonizaron una demora de la partida de servicios pertenecientes al grupo Vía Bariloche en la terminal de micros de Mar del Plata.
El reclamo, sin embargo, no es local: la medida se realiza en solidaridad con 50 trabajadores y trabajadoras de Neuquén, a quienes el grupo empresarial despidió y que particularmente también militaban en la agrupación disidente a la conducción nacional de Roberto Fernández en el sindicato.
Según pudo saber Qué digital, la medida de fuerza comenzó a las 12 y al menos hasta alrededor de las 15 todavía se mantenía, motorizada por la agrupación Juan Manuel Palacios y afectando a micros de Vía Bariloche, Vía Tac y Don Otto, entre otras empresas del grupo que se vio beneficiado a nivel local con la quiebra de El Rápido.
Es que desde la agrupación vinculan los despidos a una persecución política, considerando que una de las trabajadoras afectadas se había postulado para la Lista Azul -opositora a Fernández- en las últimas elecciones.
El conflicto se desprende de la interna que arrastra el sindicato a nivel nacional, donde a partir de la crisis de representatividad del sector encabezado por Fernández a partir de distintos conflictos sectoriales donde los afiliados no se sintieron acompañados, en el último tiempo empezó a crecer un sector disidente conducido por Miguel Bustinduy.
Ese crecimiento, incluso, derivó en un fuerte respaldo a la agrupación disidente en las últimas elecciones sindicales que llevó al triunfo de la oposición en distintas seccionales, entre ellas la de Mar del Plata, por la lista encabezada por Maximiliano Escriba.
Maximiliano Escriba, durante su “asunción simbólica” en Mar del Plata. (Foto: Qué digital)
Sin embargo, la sucesión no se concretó en Mar del Plata como en otras seccionales en virtud de la determinación tomada por la conducción nacional de la UTA, quienes argumentaron que en todas las seccionales debía permanecer el oficialismo ante el triunfo nacional de Fernández.
Esa resolución sindical derivó en una contienda: la lista azul empezó a acusar al oficialismo de “usurpar” el gremio, inició un camino judicial todavía sin resolver pero con el oficialismo en el poder e incluso realizó una “asunción simbólica” de Escriba.
Es que en medio de ese conflicto fue dictada una medida cautelar a partir de la cual la Justicia Nacional de Trabajo con asiento en Capital Federal reconoció el triunfo de la oposición, algo que luego ratificó la Cámara Nacional de Apelaciones.
