Paritaria de la flota fresquera: el SOMU, en “estado de alerta y movilización”
Así lo definieron tras una asamblea desarrollada este lunes en el sindicato. Las cámaras ofrecieron desde un 45% de recomposición para los primeros seis meses en negociación.
El Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU) se declaró “en estado de alerta y movilización” ante la falta de acuerdo salarial que persiste en la paritaria de la flota fresquera con las cámaras empresariales. Además, se mantienen los reclamos de sindicatos marítimos por el impuesto a las ganancias.
Tras una paritaria 2022-2023 que terminó con un 105% de actualización, el SOMU inició -al igual que los otros gremios del sector- las negociaciones por la paritaria 2023-2024 ante las distintas asociaciones empresariales, tanto de la flota fresquera como en la congeladora.
Según explicaron desde el SOMU a Qué digital, la Cámara de la Industria Pesquera Argentina (Caipa) y la Cámara Argentina de Armadores de Buques Pesqueros de Altura (Caabpa) comenzaron la negociación con una propuesta del 45% de actualización salarial para esos primeros seis meses de la paritaria fresquera que se inicia en marzo. Luego, la parte empresarial la mejoró y la llevó a un 50% que tampoco conformó al sindicato.
Producto de esta falta de acuerdo, desde el sindicato llevaron adelante este lunes una asamblea en las puertas de la sede local y decidieron declararse en “estado de alerta y movilización” ante la posibilidad de que se lleven medidas de acción directa al igual que hace un año en busca de una recomposición salarial.
Otros sindicatos también llevan adelante negociaciones a través de sus convenios colectivos con las empresas armadoras del fresco. Así, por ejemplo, desde el Sindicato Conductores Navales (Siconara) indicaron que también rechazaron el 50% para los primeros seis meses de la paritaria pero que todavía no había acuerdo por diferencias en los porcentajes en los que se llevará adelante esa recomposición y también sobre otros puntos como lo que respecta a los viáticos.
Tampoco hubo acuerdo -con porcentajes similares- hasta el momento desde el Sindicato Marítimo de Pescadores (Simape), desde donde están en negociaciones con las cámaras hace un mes por su convenio que se extiende desde febrero a marzo de cada año, situación similar a la de la Asociación de Capitanes, quienes afirman de todos modos estar “cerca de un acuerdo”.
En cuanto a la paritaria de congeladores, desde el SOMU indicaron que al iniciarse un mes después que la del fresco, aún tienen un margen. Al respecto, señalaron en un comunicado que el último acta acuerdo con las entidades empresariales venció el 31 de marzo y, en consecuencia, solicitaron una nueva reunión para empezar a negociar las nuevas escalas salariales que regirán de manera retroactiva al 1 de abril y por los próximos seis meses “debido a la incertidumbre económica que arrastra una alta inflación”, argumentaron y esperan, de la misma manera, que superen el 45%.
IMPUESTO A LAS GANANCIAS, UN RECLAMO QUE SE SOSTIENE
En los últimos meses, distintos sindicatos marítimos iniciaron con más intensidad un reclamo ante el gobierno nacional por el pago del impuesto a las ganancias por parte de un sector de la mano de obra embarcada, el cual está incluido en la cuarta categoría por parte de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), en la cual ingresan sectores asalariados. Esos reclamos -advierten- podrían derivar en medidas de fuerza en las próximas semanas en caso de no haber avances concretos.
Al respecto, en los últimos días de marzo sindicalistas del Siconara, del Centro de Maquinistas Navales, del SOMU, del Centro de Capitanes de la Marina Mercante y del Centro de Patrones y Oficiales Fluviales llevaron adelante reuniones con representantes de la Subsecretaría de Pesca y del Ministerio de Trabajo de la Nación.
Tras la reunión, informaron que el Ministerio de Trabajo les solicitó un “informe de liquidación” de cada sector: “En la reunión quedó claro que el salario no es ganancia, que la producción que realizamos en los barcos pesqueros es en base a interminables horas de trabajo, horas extras obligatorias por seguridad y producción con alimentos perecederos, trabajo riesgoso e insalubre todos los días consecutivos hasta el desembarco”, advierten desde la unidad sindical.
Puntualmente desde el SOMU calificaron como “descuentos injustos” los que perciben tanto trabajadores efectivos como relevos, producto de las características propias y particulares de la actividad pesquera. “Generan una desigualdad porque trabajamos por temporadas, cobramos por la producción que realizamos y el resto del año solo cobramos salario básico”, explicaron.
“Reiteradamente hemos expresado a los distintos funcionarios que este impuesto, inicialmente destinado a gravar las rentas de la cuarta categoría de contribuyentes, terminó transformándose, en un impuesto al trabajo por el que el Estado, les retiene a los trabajadores gran parte de sus salarios“, expusieron al respecto desde el Siconara.
