Batán: radiografía de una ciudad en construcción
Ubicada a 12 kilómetros de Mar del Plata, la localidad está en plena expansión. Concentra el 36% de la superficie de General Pueyrredon, tiene 35 mil habitantes y está atravesada por las mismas problemáticas de un barrio de la periferia.
Doce kilómetros separan a Mar del Plata de Batán y, pese a que ambas localidades son parte del Partido de General Pueyrredon, las diferencias están a la vista. Más allá de los números y de lo obvio de la comparación, Batán es una ciudad en construcción, en pleno proceso de expansión, aunque con las mismas problemáticas que muchos de los barrios de la periferia de la ciudad balnearia.
Sin embargo, hay cuestiones en las que la distancia geográfica juega en contra: un gran porcentaje de la población de Batán debe recorrer la Ruta 88 que conecta ambas localidades para poder trabajar. Pese a que muchos son empleados del Parque Industrial o incluso se dedican al trabajo rural, lo cierto es que en los últimos años cada vez son más los vecinos que viven en Batán pero trabajan en Mar del Plata.
Las líneas 715 y 720 son las encargadas de unir ambas localidades. Gracias a la gestión de los propios vecinos, hace algunos años se logró ampliar el recorrido de las unidades: en lugar de solo atravesar la ciudad por la ruta que divide la ciudad, se consiguió que las unidades ingresaran a los sectores más alejados para, de esta manera, ampliarle las posibilidades a los cerca de 35 mil vecinos que, según las últimas estimaciones, habitan la ciudad y la zona aledaña.
“Actualmente tenemos cuatro micros por hora, aunque a la madrugada se quitan unidades, que luego se refuerzan en horarios pico. Una de las grandes modificaciones que logramos fue conseguir que se cambiara el recorrido y que el colectivo ingresara a los barrios”, relató Marcelo Martínez Cifuentes, presidente de la sociedad de fomento La Unión de Batán.
En ese sentido, el vecinalista destacó la importancia del ingreso de las unidades a los barrios, no solo por la movilidad sino porque gracias a eso se logró, también, el asfaltado de las calles, la incorporación de luminaria y de una nueva máquina para adquirir y recargas tarjetas por aproximación.
“Fue un gran proyecto, una obra integral que se logró. Hicimos limpiar la cava también porque es lindera de la calle donde pasa el colectivo y había riesgo de accidentes”, precisó Martínez Cifuentes, quien al caracterizar a la ciudad la comparó con un barrio de la periferia: un espacio con las mismas problemáticas, aunque con características distintivas, producto del crecimiento poblacional y la superficie, ya que Batán concentra el 36% del Partido de General Pueyredon, de acuerdo a un estudio hecho por la asociación vecinal.
AUTONOMÍA E INFRAESTRUCTURA
En cuanto a las características de la ciudad, y la posibilidad –a futuro- de alcanzar la autonomía, para el vecinalista el deseo está, pero la realidad es otra. “El vecino de Batán se siente muy orgulloso: quiere vivir y morir acá. Yo creo que la gente tiene mucho sentido de pertenencia y quiere la autonomía, pero nosotros entendemos que las condiciones no están dadas aún”, consideró.
Al respecto, el presidente de la institución advirtió que “Batán todavía no tiene el perfil” para ser una ciudad autónoma ¿Por qué? “No tenemos la infraestructura necesaria todavía porque hay muchas cosas pendientes”, sumó y graficó que, por ejemplo, la problemática de la ruta es algo que todavía no pudo ser resuelto.
“Nosotros no queremos que la ruta sea un camino de paso, queremos que haya una circunvalación acorde, que el tránsito pesado se desvíe y que haya más conexión, porque se genera mucha división con la ruta, es como la avenida principal”, explicó y consideró que esa sería una prioridad a la hora de proyectar el crecimiento del sector urbano de la ciudad.
Por otro lado, Martínez Cifuentes reparó en el hecho de que la localidad -por fuera de los barrios aledaños– “solo cuenta con un Subcentro de Salud” y que pese a que existe una nueva obra proyectada y presupuestada – de $41 millones de pesos- con el cambio de gobierno se paralizó su avance.
“En realidad la idea es tener un hospital propio. Y este proyecto lo que contemplaba era internación y maternidad. Nosotros luchamos poder tener una buena atención de salud, no queremos depender de Mar del Plata o sobrecargar el Materno Infantil y el Interzonal”, advirtió.
Sobre la educación -y aunque hay más de una decena de instituciones educativas entre jardines de infantes, escuelas públicas, semiprivadas, urbanas y rurales- lo cierto es que la demanda supera notablemente a la oferta. “Faltan colegios, faltan espacios de contención para los chicos y las escuelas realmente no dan abasto”, sostuvo.
SEGURIDAD Y CONTENCIÓN SOCIAL
En esa misma línea, el vecinalista destacó el crecimiento de la población infantil, algo que se ve reflejado en la presencia de chicos en las plazas y espacios públicos de la ciudad. “Ha crecido muchísimo la población infantil, han venido muchas familias a instalarse y ese es un problema, porque no hay contención social”, se lamentó.
En concreto, Martínez Cifuentes resaltó la proliferación de “las murgas y las comparsas y las escuelitas de fútbol con algunos clubes”, pero admitió que hay solo un Centro de Educación Física (CEF) que no tiene la capacidad suficiente y que pese a las promesas de la gestión anterior, la construcción de un polideportivo también quedó en la nada.
Además, el presidente de la institución vecinal se refirió a la situación irregular de la propia asociación: por fuera de las deudas en el marco del convenio de contraprestación de servicios, hace algunos años ganaron el Presupuesto Participativo para la construcción de su sede, pero la plata prácticamente nunca llegó y solo se llegó a avanzar en los cimientos.
“Se nos debe medio millón de pesos en la obra de la sociedad de fomento, el proyecto salió ganador y no hemos visto dinero”, expuso y dijo desconocer qué sucederá a futuro, tanto con la deuda contractual como con el anhelado proyecto.
Y lo cierto es que la falta de una sede para la sociedad de fomento, en conjunto con la ausencia de espacios de contención y la proliferación de la droga, generaron un combo que en los últimos años comenzó a preocupar a una comunidad que solo cuenta con una comisaría –la octava- y que hasta el momento no tiene ni presencia de la Policía local ni del Comando de Prevención Comunitaria (CPC).
“Batán no pierde característica de pueblo. Entonces cada cosa que pasa es muy chocante. La inseguridad llega, aunque entendemos que en comparación a Mar del Plata es menos”, sostuvo, aunque aclaró: “Batán está en estado de alerta, la gente se siente nerviosa porque han pasado cosas y porque, además, la droga está y eso preocupa mucho”.
Actualmente -y tras el cambio de gobierno y el inicio de la gestión de Carlos Arroyo– la delegación municipal de Batán quedó a cargo, interinamente, de Manuel Tonto. Recientemente, en el Concejo Deliberante fue presentado un proyecto de ordenanza para modificar el sistema de elección del delegado, con el objetivo de que se pase de un mecanismo de consulta popular no vinculante a uno vinculante.
“Está bueno que se le consulte a la gente, porque ahora lo que pasa es que hay un sistema no vinculante, con poca participación, y además la decisión final es del Ejecutivo”, opinó el vecinalista, quien dijo que es necesario, para pensar en la independencia de Batán, que haya más organización en la gestión municipal de la delegación.
“Sería bueno que haya una especie de Consejo Consultivo, con gente que elija el pueblo para que se le vaya dando a la ciudad el carácter necesario y para poder conocer la problemática. Creo que Batán necesita discutir y poner en la mesa sus propios problemas, participar desde ese lugar”, subrayó respecto al futuro.
