Una nueva “Raza” formada por ex Callejeros

Juan Juancho Carbone tocó el saxo ocho años en Viejas Locas, luego fue parte de Callejeros, estuvo en el escenario de Cromañón durante la tragedia y pasó 20 meses en la cárcel. El año pasado él y el resto de los músicos de la banda quedaron libres. Desde diciembre, junto a los ex Callejeros Elio Delgado y Maximiliano Djerfy formaron Nuestra Raza, grupo que se presentará por primera vez el viernes, desde las 21, en Abbey Road. “Es empezar de vuelta, a remar y a tocar”, dice Juancho.

Nuestra Raza debutó en Villa Chocón, Neuquén y contaron con el marplatense Nicolás Fagundez –voz de Celina Rock- como cantante invitado. El nombre de la banda es el mismo que el de una canción compuesta por Elio Delgado que está dedicada al cantante mexicano de rock Alex Lora, ya que es una manera que el músico tiene de definir a la raza rockera.

Este viernes, en Abbey Road, volverán a contar con Fagundez en voz. La propuesta será temas de Callejeros y algunas composiciones nuevas de Nuestra Raza. “Con Nuestra Raza estamos recién empezando, ya vamos a encontrar nuestro sonido, hay algo que viene de antes, pero estamos en la búsqueda”, dice Juan.

-¿Cómo es volver a presentarse en vivo después de la tragedia de Cromañón?

-Por lo general, en un 99,9% de los casos, con la gente no hay nada más que apoyo y cariño. Después hay toda una operación mediática que vive del amarillismo y la polémica. Debe ser algo humano, porque por algo se refleja en los medios. Por mi experiencia, a mí no me bardeó nadie en ningún lado, todo lo contrario. Eso es lo que uno agradece y lo mantiene para seguir.

-¿Cómo fue haber estado detenido?

-Haber estado detenido inconstitucionalmente me trajo todo un proceso mental. Porque en lo que yo confié, en el contrato social, en todo esas cosas que se me vinieron en contra. Y uno lucha por las instituciones, por la democracia. Trato de ser un ciudadano, no te digo ejemplar, pero promedio, pero que te cambien el contrato, que te digan “fuiste vos”, cuando no fuiste y te manden preso cuando no tenés que ir… Pero bueno, tengo unos cuantos temitas que me ocurrieron ahí, fueron surgiendo ahí mientras estuve detenido esos 20 meses.

-¿Cómo te manejaste en la cárcel?

-Yo siempre me conduje en la vida de una manera muy respetuosa y en la cárcel también. Recibí respeto de los otros detenidos y de los penitenciarios. No tuve problemas, pero uno tiene que conducirse bien porque es un submundo con otros códigos. Y en la cárcel tampoco me bardearon, los penitenciarios nos pedían que escribiéramos un tema de onda y los penitenciarios nos decían: “Qué hacen ustedes acá, son pibes re sanos”.

-¿Cómo sigue la causa?

-La causa volvió a Casación y en marzo tendrán que dar sentencia, para ver si estuvo bien o no la absolución. Ya quiero terminar, uno quiere estar en otro estado.

-¿Pudiste hacer duelo de todo esto?

-Ahí empezaré el duelo que yo tendría que haber hecho. Por los chicos, los familiares, los amigos, mi familia y el trabajo. Desde que pasó la tragedia, con la carga de terror y adrenalina, el trauma y todo, en diez años no bajé.

-¿Termina para vos en algún momento?

-Hay algo a nivel celular que no se va más. Yo antes de ir al juicio quise pasar por el santuario y el corazón se me aceleró como en el momento de la tragedia, fue tremendo. No podía ser estar en esa noche de vuelta.

-¿Cómo sentís la música hoy?

-Hoy por hoy valoro mucho más a las bandas y a los grupos. Veo a los chicos y digo: “Qué bueno encontrar un sonido” y creo que se trata de eso, no de hacerse el virtuoso, del grupo. Con Nuestra Raza estamos recién empezando, ya lo vamos a encontrar, viene un sonido de antes, pero estamos en la búsqueda.

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