Declaran “no culpable” al policía que mató a Brandon Romero
Los jurados consideraron que Pedro Arcángel Bogado actuó en “legítima defensa” al matar al joven de 18 años.
El jurado popular declaró “no culpable” al policía Pedro Arcángel Bogado, que en julio de 2020 mató de siete tiros a Brandon Romero, de 18 años, en medio de un intento de robo, al considerar que al concretar el homicidio actuó en “legítima defensa”. La familia repudió el veredicto y la madre del joven asesinado se desvaneció en la calle.
La decisión fue anunciada a las 20.30, a más de diez horas del inicio de la audiencia y a dos horas del inicio de la deliberación. Después de que los doce integrantes del jurado le avisaran al juez Juan Manuel Sueyro que habían llegado a una resolución se permitió el ingreso nuevamente de la familia y allegados del joven a la sala de audiencias del Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil, ubicada en La Rioja al 2100. Una vez más, se impidió el trabajo de reporteros gráficos y carógrafos.
Allí fue donde el presidente del jurado anunció el veredicto: no culpable. Al ser esa la decisión, no se conoció el resultado en detalle que arrojó la votación de todos los jurados.
Inmediatamente, tras escuchar la lectura del veredicto, el subteniente de la Policía Bonaerense juzgado por el homicidio se fue corriendo de la sala escoltado por efectivos policiales.
Rápidamente, la familia se manifestó en contra del veredicto, con indignación y, en las inmediaciones -sobre la avenida Colón- las personas que acompañaron a la familia también expresaron su malestar mientras en la calle, la madre del joven de 18 años se desmayó. A pesar del fuerte operativo policial, no había una ambulancia para atenderla: en pleno centro el móvil del SAME demoró diez minutos en llegar.
Antes de desmayarse, la madre y cara visible de la lucha por la búsqueda de justicia por el asesinato del joven llegó a gritar: “Lo dieron absuelto al hijo de re mil puta que mató a mi hijo. Es culpable, fusiló a mi hijo y lo dejó tirado en la calle. Le dio tres tiros en la cabeza y lo destrozó. Va a seguir matando pibes“.
UNA LARGA JORNADA HASTA EL VEREDICTO
Después de haberse escuchado los alegatos de las partes, que terminaron alrededor de las 15.30 y en los que la acusación pidió que se declare “culpable” al policía y la defensa como “no culpable” del delito de homicidio agravado por el uso de arma de fuego, las partes técnicas pasaron a deliberar las instrucciones finales para darle a los jurados.
Esa deliberación duró más de una hora por lo que recién a las 18.30 los doce jurados terminaron de escuchar las instrucciones realizadas por el juez Juan Manuel Sueyro.
Tras ello, en ese momento, los jurados pasaron a deliberar para alcanzar un veredicto, es decir, si declaraban “culpable” o “no culpable” al policía. El veredicto de culpabilidad requiere un mínimo de 10 de los 12 votos afirmativos de los jurados con respecto a la acusación.
De acuerdo a los pedidos de las partes y de las instrucciones dadas por el juez Sueyro, los jurados tuvieron que resolver sobre tres opciones:
- Bogado culpable del delito de homicidio agravado por el uso de arma de fuego.
- Bogado culpable del delito de homicidio en exceso en la legítima defensa.
- Bogado no culpable al haber actuado en legítima defensa.
De esa manera, tras los extremos planteados por las partes en los alegatos, se había incorporado en las indicaciones la calificación intermedia de considerar que hubo un exceso en la legítima defensa, lo que representa una pena en expectativa de 1 a 5 años de prisión contra la escala de alrededor de 10 a 33 que implica la de homicidio agravado.
Durante el inicio de la audiencia de este viernes el abogado de la familia de Brandon Romero, César Sivo, había pedido que el jurado popular dictara un veredicto de culpabilidad por el delito de homicidio agravado por el uso de arma de fuego al calificar el caso como un “claro ejemplo de violencia policial e institucional”.
Por su parte, al afirmar que la acusación fue un “chamullo” y que “no tiene lógica”, los abogados defensores Martín Bernat y Agustín Robbio habían solicitado que se dicte un veredicto de “no culpabilidad” por haberse tratado de una “legítima defensa”.
“Nunca oculté nada, dije la verdad”, expresó el policía como últimas palabras tras la exposición de sus abogados y le dijo a los jurados: “Confío en ustedes”.
LA SECUENCIA DE HECHOS
La secuencia de hechos expuesta en el juicio dio cuenta que Brandon en la noche del sábado 4 de julio de 2020 fue a una “juntada” a la que lo invitó un amigo y estuvieron junto a otros dos jóvenes en el barrio La Herradura de Mar del Plata. En un momento de la madrugada, los cuatro salieron en una moto para ir a comprar más vino. En el camino, se cruzaron con Kevin Farías, conocido de uno de los jóvenes, tras lo cual Brandon se subió a su moto y siguió su marcha con él.
Según la acusación, a las 6.34 Bogado circulaba a bordo de su moto por la Ruta 226 con dirección a Mar del Plata, en inmediaciones de la rotonda del Hipódromo. Allí fue abordado por la moto en la que iban los tres jóvenes desde donde se produjeron tiros al aire. Para la defensa, ese fue el primer intento de robo.
Tras ese episodio, según los acusadores, Bogado metros después estacionó sobre la banquina de la ruta a la altura del kilómetro 6, sacó su arma reglamentaria de la mochila y se colocó detrás de la moto. Allí momentos después apareció la moto en la que se desplazaba Brandon con Farías. Romero se bajó desarmado con intenciones de robar y llevarse la moto estacionada.
Cuando Brandon descendió, el policía empezó a vaciar su cargador: en total, siete balas impactaron en el joven -dos en la cabeza-, y quedó tendido sobre la ruta, donde fue atropellado por al menos dos autos. Farías, por su parte, también fue baleado en la axila pero pudo irse del lugar a bordo de su moto durante el ataque a tiros.
El abogado Sivo planteó que tras los primeros impactos -uno en una rodilla y otros dos sobre las piernas mientras se daba vuelta para intentar huir-, cuando Brandon quedó tendido herido sobre el asfalto, Bogado se acercó y le dio al menos tres nuevos disparos que le provocaron cuatro orificios en su cuerpo y la muerte. “Esa situación ya no tenía ningún riesgo (para Bogado): (Brandon) estaba herido y desarmado. Tuvo la decisión deliberada de quitarle la vida, con una intención homicida”, enfatizó.
Para la defensa, en cambio, nada de esa secuencia de los disparos quedó probada a lo largo de la causa y del juicio. Y los abogados enfatizaron en que ninguna prueba demuestra la existencia de una ”ejecución” ni de “tiros a corta distancia”. “La evidencia científica dice otra cosa”, afirmó Robbio.
