Juicio por Brandon Romero: “Nunca oculté nada”, las últimas palabras del policía
Pedro Bogado habló tras el cierre del alegato de la defensa, que le pidió al jurado que lo declare “no culpable” por haber actuado en legítima defensa.
Al afirmar que la acusación fue un “chamullo” y que “no tiene lógica”, los abogados defensores de Pedro Arcángel Bogado, el policía que en julio de 2020 mató de siete tiros a Brandon Romero en medio de un intento de robo, pidieron que el jurado popular dicte un veredicto de “no culpabilidad” en el juicio por haberse tratado de una “legítima defensa”.
“Nunca oculté nada, dije la verdad”, expresó el policía como últimas palabras, pasadas las 15.30, tras la exposición de sus abogados, y le dijo a los jurados: “Confío en ustedes”.
El alegato desarrollado por los abogados Martín Bernat y Agustín Robbio se inició cerca de las 13, después de alrededor de una hora y media de exposición del abogado de la familia de Brandon, César Sivo, que pidió que se condene a Bogado por el delito de “homicidio agravado por el uso de arma de fuego”. Lo hizo al plantear que Bogado “no mató para defenderse, ejecutó” y que esa ejecución fue una “decisión” cuando su vida ya no estaba en riesgo tras el intento de robo de su moto.
El defensor, por su parte, aseguró que toda esa acusación a lo largo del juicio fue “chamullo” y que no se basó en prueba sino en “hipótesis” e “imaginación”.
En ese sentido, consideró que “no hay dudas” de que Bogado en las dos secuencias atravesadas sobre la Ruta 226 fue víctima de un “intento de homicidio y de robo”. Es que, contrario a la acusación, entendió que Kevin Farías -que acompañaba a Brandon en la moto al momento del hecho y que fue condenado por el intento de robo- estaba armado y que apuntó con ese arma al policía.
También, entre sus argumentos, recordó que la familia de Brandon Romero hasta iniciado el juicio no había dado cuenta y negaba la existencia de un intento de robo en el inicio del episodio.
Además, insistió que en base a la prueba “Pedro (Bogado) en todo momento intentó escapar” del lugar y que en la última instancia “lo único que le quedaba como última herramienta era defenderse” y planteó que esa defensa “es una legítima defensa”.
También atacó una primera postura de la acusación durante la causa que separó como secuencias distintas los dos cruces con Bogado de las dos motos (en la que se desplazaba Brandon con Farías y en la que se movilizaban otros tres amigos).
“Dijeron que había dos hechos distintos, que no tenían nada que ver, y se probó todo lo contrario”, afirmó y definió que se trató de un “grupo criminal” de cinco integrantes el que actuó en esa madrugada. Incluso aseguró que Farías al declarar dijo que “se habían puesto de acuerdo” para ir a robar una moto.
Por su parte, para respaldar que se está ante un caso de “legítima defensa” consideró que se acreditó la existencia de tres características que prevé la ley: una agresión ilegítima contra el policía, una relación racional en el uso de arma empleada (“lo atacaron con un arma y se defendió con un arma”) y una falta de provocación al sostener que Bogado no hizo nada para que lo agredieran.
“Bogado esa noche tomó como decisión salir de donde estaba e irse a su casa, pero hay otros que tomaron otra decisión por él: esas cinco personas se pusieron de acuerdo para ir a robar”, enfatizó el abogado Robbio en un tramo del alegato.
Asimismo, remarcó que su defendido “no fue a interceptar a estos chicos y a pegarles un tiro” y que, en cambio, “quienes decidieron ir a hacerse de una moto” lo “pusieron en una situación de vida o muerte”.
LA SECUENCIA DE HECHOS
La secuencia de hechos expuesta en el juicio dio cuenta que Brandon en la noche del sábado 4 de julio de 2020 fue a una “juntada” a la que lo invitó un amigo y estuvieron junto a otros dos jóvenes en el barrio La Herradura de Mar del Plata. En un momento de la madrugada, los cuatro salieron en una moto para ir a comprar más vino. En el camino, se cruzaron con Kevin Farías, conocido de uno de los jóvenes, tras lo cual Brandon se subió a su moto y siguió su marcha con él.
Según la acusación, a las 6.34 Bogado circulaba a bordo de su moto por la Ruta 226 con dirección a Mar del Plata, en inmediaciones de la rotonda del Hipódromo. Allí fue abordado por la moto en la que iban los tres jóvenes desde donde se produjeron tiros al aire. Para la defensa, ese fue el primer intento de robo.
Tras ese episodio, según los acusadores, Bogado metros después estacionó sobre la banquina de la ruta a la altura del kilómetro 6, sacó su arma reglamentaria de la mochila y se colocó detrás de la moto. Allí momentos después apareció la moto en la que se desplazaba Brandon con Farías. Romero se bajó desarmado con intenciones de robar y llevarse la moto estacionada.
Cuando Brandon descendió, el policía empezó a vaciar su cargador: en total, siete balas impactaron en el joven -dos en la cabeza-, y quedó tendido sobre la ruta, donde fue atropellado por al menos dos autos. Farías, por su parte, también fue baleado en la axila pero pudo irse del lugar a bordo de su moto durante el ataque a tiros.
El abogado Sivo planteó que tras los primeros impactos -uno en una rodilla y otros dos sobre las piernas mientras se daba vuelta para intentar huir-, cuando Brandon quedó tendido herido sobre el asfalto, Bogado se acercó y le dio al menos tres nuevos disparos que le provocaron cuatro orificios en su cuerpo y la muerte. “Esa situación ya no tenía ningún riesgo (para Bogado): (Brandon) estaba herido y desarmado. Tuvo la decisión deliberada de quitarle la vida, con una intención homicida”, enfatizó.
Para la defensa, en cambio, nada de esa secuencia de los disparos quedó probada a lo largo de la causa y del juicio. Y los abogados enfatizaron en que ninguna prueba demuestra la existencia de una ”ejecución” ni de “tiros a corta distancia”. “La evidencia científica dice otra cosa”, afirmó Robbio.
COMO SIGUE EL CIERRE DEL JUICIO
Después de escuchados los alegatos de las dos partes y de las últimas palabras de Bogado, empezaron a delinearse las instrucciones finales que le deberá dar al jurado el juez técnico Juan Manuel Sueyro antes de que pasen a deliberar.
Es decir, tras un cuarto intermedio al que se pasó a las 15.30, los jurados serán instruidos respecto a las definiciones que deben tomar y en qué términos para declarar “culpable” o “no culpable” a Bogado.
El veredicto de culpabilidad requiere un mínimo de 10 de los 12 votos afirmativos de los jurados con respecto a la acusación.
