Homicidio de Brandon Romero: empieza el juicio por jurados contra el policía
A partir de este lunes un jurado popular deberá definir la situación del policía que mató de siete tiros al joven. No habrá acusación por parte de la fiscalía.
A casi tres años del homicidio, el policía que mató de siete tiros a Brandon Romero, un joven panadero de 18 años, empezará a ser juzgado este lunes por un jurado popular, instancia elegida por el acusado. Allí, a lo largo de una semana las doce personas a cargo de dar el veredicto deberán resolver si se trató de un caso de gatillo fácil como sostiene su familia desde el primer momento o si, en cambio, se trató de una “legítima defensa” frente a un intento de robo como postula la defensa.
El proceso que se iniciará contra el subteniente de la Policía Bonaerense Pedro Arcángel Bogado, de 39 años, este lunes a las 9 de la mañana en la sede del Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil de La Rioja al 2100 contará con una particularidad muy poco habitual: en la acusación no estará el Ministerio Público Fiscal ya que en la investigación consideró que se trató de un caso encuadrado en la legítima defensa ante un intento de robo y por eso había propiciado el sobreseimiento y cierre de la causa.
Es decir, no habrá un fiscal que impulse la acusación por el homicidio y esa tarea estará a cargo en soledad del abogado del particular damnificado -la familia de Brandon Romero- representado por César Sivo.
Fue justamente Sivo en ese rol quien se opuso al sobreseimiento del policía e impulsó la elevación a juicio que en junio de 2021 ordenó el Juzgado de Garantías Nº2, a cargo de Saúl Errandonea, y dos meses después confirmó la Cámara de Apelación.
Entonces, el juicio por jurados se iniciará este lunes encabezado por el juez Juan Manuel Sueyro -en reemplazo de Facundo Gómez Urso, que se encuentra suspendido del cargo- y en primer lugar deberá llevarse a cabo la selección de los doce jurados titulares más los suplentes para después sí escuchar los lineamientos de cada parte y que se inicie el paso de los testigos convocados.
La elevación a juicio confirmada por la Cámara contiene la acusación contra Bogado -que llega al debate en libertad– por el delito de “homicidio agravado por el uso de arma de fuego” aunque el impulso del particular damnificado y la resolución original del juez de Garantías había incluido también el agravante de “haberse cometido abusando de su función o cargo por ser miembro integrante de las fuerzas policiales”. En este último caso la pena prevista en la de prisión perpetua y en el primero no, con máxima de 25 años.
A lo largo de la tramitación de la causa, la defensa del policía también había impulsado que si no se consideraba el sobreseimiento se modificara la calificación a “exceso de legítima defensa“, algo descartado con la elevación a juicio.
Romina, la mamá del joven, una de las impulsoras de la causa
Como marca la regulación de los juicios por jurados, en el final del debate la resolución sólo constará en emitir un veredicto que deberá ser condenatorio o absolutorio. En caso de ser condenarorio, luego será el juez en una audiencia posterior el que impondrá el monto de la pena dentro de la escala prevista según el delito fijado.
El veredicto de culpabilidad requiere un mínimo de 10 de los 12 votos afirmativos sobre la existencia del hecho en que se sustenta la acusación y la participación de los imputados. Por su parte, en casos en los que la acusación prevé un pena de prisión perpetua se requiere unanimidad de votos afirmativos.
EL HECHO
El 5 de julio de 2020 Brandon Romero asistió a una “juntada” y se fue a la madrugada a bordo de una moto con un joven al que conoció en el lugar, y detrás de ellos salió otra moto con tres jóvenes. La primera de las motos, con Romero a bordo, pasó alrededor de las 6.30 por la rotonda de Tarantini y Ruta 226. Segundos después, la que los secundaba.
De acuerdo a la versión expuesta en la causa por el abogado Sivo, estos últimos tuvieron un “encontronazo” con Bogado en la propia rotonda donde, según el policía, lo amenazaron con robarle la moto en la que circulaba. La familia de Romero en base al testimonio de sus protagonistas afirman estuvieron a punto de chocar y perdieron el control de la moto, por lo cual discutieron con el policía.
Tras ello, uno de los tres jóvenes habría disparado al aire mientras Bogado se iba del lugar. Según esta reconstrucción del particular damnificado, metros después, al llegar a una zona oscura, Bogado estacionó la moto a contramano, la apagó, tiró las llaves y esperó agazapado en el kilómetro 6 de la ruta y desenfundó su arma reglamentaria.
Pero la moto que volvió a pasar por el lugar seis minutos después no fue la involucrada en el episodio previo, sino en la que circulaba Brandon Romero con otro joven, quienes estaban regresando camino a la rotonda desde donde provenían los disparos.
En ese sentido, el abogado Sivo relató que Romero se bajó al ver la moto sola y presentir que “había pasado algo” al verla estacionada a un lado del camino. Allí -a pesar de que estaba desarmado- fue sorprendido por Bogado quien vació su cargador compuesto de entre 11 y 13 balas y siete de ellas dieron en el cuerpo del joven, quien quedó tendido sobre el asfalto, fue arrollado por al menos dos autos y murió.
El policía en su declaración en la causa aseguró que en el hecho inicial las tres personas de la primera moto “se le abalanzaron obligándolo a frenar” con intenciones de robo pero que pudo escapar y en ese momento escuchó un disparo. Y que, momentos después, tras sacar su arma de la mochila, sobre la banquina contraria vio que venía la otra moto de la que descendió el acompañante y gritó “matalo, matalo” mientras que el conductor le apuntó con un arma y hasta observó un fogonazo por lo que empezó a disparar.
En el lugar, según los peritajes oficiales, sólo se hallaron vainas del arma reglamentaria del efectivo.
Para la acusación, el efectivo actuó “en franca violación a todos los mandatos de actuación policial y con la intención deliberada de ultimar a los dos ocupantes de otra moto que circulaba por la misma ruta y que ninguna conexión tenía con lo sucedido en la secuencia anterior“. Los disparos también impactaron en una oportunidad en el acompañante de Brandon -a la altura de su hombro- que, en paralelo, fue acusado e imputado por la fiscalía por intento de robo.
La autopsia determinó que Brandon murió tras un sufrir un paro cardiorrespiratorio secundario a traumatismo severo de cráneo con estallido de cráneo, a partir de las lesiones provocadas tanto por los disparos -dos impactaron en su cabeza– como por el impacto de los autos que lo atropellaron una vez que estaba tendido sobre el asfalto.
En la elevación a juicio, el juez de Garantías remarcó su sorpresa respecto a que los tres jóvenes que se desplazaban en la otra moto no habían sido convocados a prestar declaración ni en esta causa ni en la otra abierta por la fiscalía por el intento de robo denunciado por el policía.
