“Antes de subir la tarifa, el Boleto Universitario”
Lo dijo Alejandro Martínez, candidato a intendente del FIT, luego de que los empresarios señalaran que la gratuidad del pase podría afectar el valor del boleto. “Primero hay que ver cómo está el servicio y verificar los costos y subsidios”, agregó.
Los empresarios del transporte entienden hoy que “es imposible que la implementación del Boleto universitario no repercuta en el usuario”, según indicaron en diálogo con QUÉ. Desde el Frente de Izquierda, Alejandro Martínez salió a cuestionar que la tarifa vuelva a subir sin que previamente se ponga en vigencia la gratuidad del pase y sin una verificación del funcionamiento del servicio, los verdaderos costos, los subsidios que el sector percibe y mejoras en el sistema de recarga de tarjetas.
El pedido de aumento del boleto de colectivo suele darse en paralelo a la actualización de las tarifas de los taxis de la ciudad, tema que ya está en discusión en la comisión de Transporte del Concejo Deliberante. Por el momento, el reajuste es una posibilidad no oficializada pero “antes de discutir una suba del boleto hay que implementar el Boleto Universitario”, advirtió Martínez, candidato a intendente del Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT).
En este sentido, insistió en la puesta en vigencia de la ley provincial pero también advirtió que “igualmente primero lo que hay que hacer es abrir los libros de las empresas para verificar cuáles son los verdaderos costos, los subsidios que están recibiendo, ver en qué condiciones está el servicio que están prestando, si cumplen con las frecuencias, si todas la unidades que acusan están en funcionamiento y si cumplen los horarios que tiene convenidos para los trabajadores”.
De acuerdo con Martínez, además, para evaluar la suba de la tarifa “antes hay que ver el tema de las rampas para personas discapacitadas que no funcionan y nadie más controló”.
El otro punto que destacó el candidato de la izquierda es el referido a la recarga de las tarjetas de colectivo. Dijo al respecto que “en Mar del Plata no hay suficientes lugares para cargar y además muchos dejaron de tener el servicio”.
Para concluir, Martínez remarcó que si “si se sigue actuando de esta manera sin prever cuestiones centrales como éstas, la crisis la terminan pagando una vez más los usuarios, los trabajadores, perdiendo además tiempo en buscar un lugar para cargar la tarjeta haciendo filas inmensas”. “Es, en definitiva, un empeoramiento y un encarecimiento del servicio”, completó.
