Arroyo y la opinión pública: “Tan malo no debo ser”
En el marco de la conferencia que brindó para mostrar su gestión, dijo no creer en las encuestas y así hizo alusión a su vínculo con la comunidad. “La gente me pide cosas, pero con respeto”, aseguró sobre su rol como jefe comunal.
Sin lugar a duda, cuando Carlos Arroyo habla, sus frases no pasan desapercibidas. Es que, por fuera de toda diplomacia política, el intendente de Mar del Plata no tiene filtro a la hora de dejar en claro cuáles son sus opiniones. En ese marco, y durante la extensa conferencia de prensa que brindó esta semana, Arroyo se refirió a su imagen pública y consideró: “La gente me pide cosas, pero lo hace con respeto: no me golpean, insultan ni atacan. Eso quiere decir que tan malo no debo ser”.
Consultado respecto a las numerosas críticas que recibe su gestión y la reciente difusión de algunas encuestas que marcan una notable reducción en su nivel de aceptación pública, cumplidos los diez primeros meses de gobierno, el intendente se mostró despreocupado, ya que según dijo no cree en las encuestas.
En ese marco, y con mucha ironía, Arroyo no dudó en afirmar: “Sinceramente, según una de las últimas encuestas que leí yo perdía las elecciones y gané; entonces en las encuestas yo no creo”. Al respecto, ahondó: “Si quieren pensar en encuestas, en algún momento (Elisa) Carrió había logrado no sé qué porcentaje y ahora es al revés. Por eso yo no creo en esas cosas, yo creo en el sentido común de los marplatenses”.
Justamente sobre esto último, el jefe comunal hizo alusión a cuál es su vínculo con la comunidad y habló –no casualmente- en el marco de un encuentro especialmente convocado para mostrar gestión, ante las constantes críticas. Incluso en ese mismo contexto, aseguró que su gestión es “permanentemente atacada y acosada”.
“La encuesta a mí me la da mi piel, que me dice que cuando salgo a la calle a hacer los mandados -sin custodia y sin guardias-, la gente me saluda con respeto: la gente me pide cosas, pero lo hace con respeto, educadamente, no me golpean, insultan ni atacan. Eso quiere decir que tan malo no debo ser”, completó el intendente, despreocupado ante las críticas que acompañan a su gobierno desde diciembre del año pasado.
