Policías intoxicados: apuntan contra el “destino improvisado” de la base de la UTOI
El exintendente y precandidato a legislador, Gustavo Pulti, se refirió a lo sucedido en el edificio que su gestión proyectó destinar a un complejo educativo.
Luego de conocerse la intoxicación de nueve efectivos policiales de la Unidad Táctica de Operaciones Inmediatas (UTOI) alojados en la base ubicada en el ex complejo educativo de la avenida Jorge Newbery y Schoenstatt, el precandidato a legislador y exintendente Gustavo Pulti cuestionó el uso de las obras que proyectó en su gestión para otro fin: habló de un “destino improvisado” de las instalaciones.
Este martes se conoció que nueve efectivos de la fuerza especial de la Policía Bonaerense tuvieron que ser hospitalizados a raíz de fuertes síntomas de intoxicación con monóxido de carbono: luego, autoridades indicaron que el origen de la intoxicación derivaría de un “movimiento imprudente de parte de la tubería de la caldera” del edificio.
Esta situación -en medio de la campaña electoral- generó que el exintendente saliera al cruce por el destino final que se dio al complejo que, en su gestión, apuntaba a originar una “Escuela de oficios digitales”, también denominado durante la administración de Carlos Arroyo “Complejo Educativo Tecnológico” (Cetec).
A través de sus redes sociales, Pulti lamentó la situación originada y advirtió: “Recordemos también que este espacio debía ser una Escuela de Artes y Oficios Digitales, financiada con ese objetivo y no el de un hotel para las fuerzas de seguridad“.
En ese tono, también acusó a la gestión de Guillermo Montenegro de “abandonar” ese proyecto educativo que había continuado tímidamente su predecesor y cuestionó: “No sabemos si garantizaron las condiciones mínimas para el destino improvisado que le dieron”.
Cabe recordar que -en el marco de una gestión municipal centralizada en la “seguridad” y a partir de una cercanía del propio intendente con el ministro Sergio Berni– el cambio de uso del complejo educativo concretado a fines de 2021 partió de un convenio firmado entre ambas gestiones y formalizado a través de la Resolución 1791 de octubre de 2021.
En esa resolución, Berni se comprometió a instalar “una base permanente de operaciones de la Unidad Táctica de Operaciones Inmediatas (UTOI) en el distrito, mientras que la Municipalidad facilitó el espacio físico que, a pesar de los cuestionamientos, terminó siendo la ex “Escuela de oficios digitales” ubicada en avenida Jorge Newbery.
Además, el Municipio en ese convenio se comprometió a prestar, en la medida de sus posibilidades, “toda asistencia y colaboración necesarias tendientes a favorecer la instalación y optimizar el despliegue operativo de la Fuerzas de Operaciones Especiales en su propio territorio”.
Esa no fue la última polémica al respecto, ya que desde la Secretaría de Seguridad también avanzaron en la instalación de una base de la UTOI en el Centro Integrador Comunitario del barrio Malvinas Argentinas, con renovadas críticas de la oposición y sectores como la CTA Autónoma por tratarse de un espacio destinado originalmente a escolaridad de adultos, servicios sociales de la propia Municipalidad, entre otras funcionalidades.
La obra se presupuestó en 20,7 millones de pesos y contó con financiamiento internacional del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) para formar estudiantes de programación, robótica, desarrollo de aplicaciones y postproducción audiovisual. EN su superficie cubierta de 1.660 metros cuadrados se apuntaba a generar, por ejemplo, cinco aulas, tres talleres y una biblioteca, entre otros espacios, para una capacidad de 500 alumnos.
En 2015 -año electoral- las obras comenzaron pero esa por entonces llamada “Escuela de Artes y Oficios Digitales” no llegó a ser inaugurada. En la gestión siguiente, de Carlos Arroyo, para septiembre de 2017 ya estaba finalizada y en condiciones de ser habilitada.
Sin embargo, tras meses sin ser utilizado, finalmente el ahora bautizado “Complejo Educativo Tecnológico” (Cetec) finalmente se inauguró en diciembre de 2018, con una oferta educativa más limitada y distinta a la proyectada, pero llegó a tener 250 inscriptos.
Para el inicio de la gestión de Guillermo Montenegro a fines de 2019 ya solo se dictaban dos cursos -Tecnicatura superior en Análisis de Sistemas y otra de análisis, desarrollo y programación de aplicaciones- a cargo de docentes del Instituto Superior de Estudios Técnicos (ISET). Tras la pandemia y la mudanza de esa oferta educativa a la Escuela N°12, en 2021 -otro año electoral y con la “inseguridad” en agenda entre oficialismo y oposición- se firmó el nuevo y actual destino del edificio.
