Acusan al INTA de “censurar” resultados de un estudio sobre el impacto de agroquímicos
Organizaciones ambientales exigen la divulgación del estudio realizado en voluntarios de Mar del Plata y la zona.
Diferentes organizaciones ambientales protagonizaron este lunes una jornada de reclamo en la delegación local del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) tras denunciar que el organismo “censuró” la difusión pública de los resultados de un proyecto a escala internacional que buscaba conocer y evaluar el impacto de los agroquímicos en la salud humana y ecosistemas, para lo cual se tomaron muestras en personas de Mar del Plata, la región y el mundo.
Este lunes, organizaciones ambientales, junto a vecinos y vecinas que participaron del estudio y referentes del Partido Obrero -entre ellos la diputada nacional del Frente de Izquierda, Romina del Plá- encabezaron una jornada de protesta en el INTA para denunciar la “censura” hacia resultados preliminares del estudio realizado a escala internacional titulado “Transición sostenible de protección vegetal: un enfoque de salud global” (Sprint, por sus siglas en inglés).
Del estudio participaron distintos partidos del sudeste de la Provincia de Buenos Aires -entre ellos General Pueyrredon-, y en él se evaluó a través de muestras de sangre, orina y materia fecal tomadas en 2021 el impacto en la salud humana y también en plantas, animales y ecosistemas de la aplicación de agroquímicos en la agricultura intensiva.
En concreto, las organizaciones denunciaron esta mañana que el organismo estatal “pospuso” la publicación de los resultados que debía de realizarse el 21 de junio, algo que atribuyen al “peso” que contienen esos indicadores de interés público que, según su palabra, el INTA (que participó activamente del proyecto) no querría dar a conocer.
La comunicación institucional -fechada el 15 de junio y difundida por medios alternativos- que anuncia la suspensión de la presentación de datos, argumenta que desde el organismo tomaron conocimiento de supuestas impugnaciones al estudio, aunque sin mayores detalles: “Posiblemente algunos procedimientos respectos a los estudios que involucran a personas han excedido la incumbencia institucional y, considerando que nuestro accionar está siendo analizado al respecto, se instruye a que se suspenda la reunión de presentación de datos prevista hasta tanto se tengan las respuestas asociadas en sentido amplio”.
Ante esta demora en la difusión pública -más allá de que las personas participantes pudieron acceder a sus resultados individuales- desde la Asamblea Paren de Fumigarnos, por ejemplo, acusaron que el organismo “niega” los resultados del estudio que “serviría por su aval internacional para resonar más fuerte en la sociedad“. Explicaron, además, que el INTA apartó a la científica experta en la materia Virginia Aparicio y quien lideró el estudio a nivel nacional.
“Como vecines de la zona oeste rural y de Mar del Plata, creemos que lo que les ocurre a las personas que fueron muestreadas y a los territorios nos ocurre a todes“, sostuvo Marcela en representación de la asamblea y en torno a lo que implica los resultados de las muestras de las tienen conocimiento a partir de los resultados individuales.
Por su parte, Teresa, también del colectivo Paren de Fumigarnos, se refirió al “peso” que tiene el estudio por su alcance internacional a pesar de que “acá se sabe hace muchos años que tenemos agrotóxicos en la sangre, en la leche”, planteó.
Y acusó, en esa línea, a la gestión municipal respecto al control y cumplimiento de la medida cautelar por la cual está prohibido en Mar del Plata y Batán fumigar con agroquímicos a menos de mil metros de casas y escuelas de asentamientos rurales: “No logramos que se respeten los mil metros de las escuelas, de los hogares”, lamentó como una de las problemáticas crónicas de zonas periurbanas.
“El gran problema es todo el modelo. Sabemos que la Argentina es un gran experimento a cielo abierto, que en las ciudades llueve glifosato. Están pasando cosas que la sociedad no sabe, este proyecto serviría porque con el aval de lo internacional puede resonar más fuerte en la sociedad por eso evidentemente el INTA lo oculta y no deja que accedamos a él“, analizó Teresa.
Del estudio, que comenzó en 2020 para desarrollarse en cinco años, participaron Holanda, Dinamarca, Croacia, Eslovenia, Francia, Portugal, España, Italia, Suiza, República Checa y Argentina por su relevancia como exportador de soja. En el país, parte del sudeste de la Provincia de Buenos Aires participó del proyecto y entre los partidos en los que se tomaron muestras se encuentra General Pueyrredon.
Según los resultados del proyecto -a partir de informes individuales- a los que accedieron las organizaciones, a nivel local la totalidad de las personas que aportaron sus muestras “registraron más de diez venenos en sus cuerpos” y no se hallaron diferencias entre la periferia y centro de Mar del Plata: “Gracias a los análisis de sangre, orina y materia fecal se demostró que los venenos ingresan por los alimentos, pero también por el aire”, agregaron.
