Luna Roja: los desagües ilegales sobre un arroyo donde se bañaban grandes y chicos
A través de videos, integrantes de la Asamblea de Vecinos y Vecinas del Sur mostraron cómo desde las cabañas el privado vertía efluentes en el arroyo Lobería.
En el día en que se concretó la clausura de sectores del balneario Luna Roja explotados comercialmente por el empresario Horacio Ipucha, en el marco de la formación de una causa en la fiscalía de Delitos Culposos por verter efluentes ilegales en el arroyo Lobería, desde la Asamblea de Vecinos y Vecinas del Sur mostraron a través de una serie de videos cómo los desagües desembocaban en el espacio público.
Tras las numerosas protestas de vecinos y vecinas, acompañados por la Asamblea Salvemos Paradise y el Colectivo Faro de la Memoria, con la intervención del fiscal Pablo Cistoldi, personal municipal de Obras Sanitarias y también provincial a través de la Autoridad del Agua y la Policía Ecológica, finalmente este martes se dio respuesta a uno de los tantos reclamos sobre el concesionario de la Unidad Turística Fiscal Playa Bonita.
En concreto, la intervención estatal sobre los atropellos del concesionario del balneario tuvo su foco en la contaminación que efectuaba sobre el arroyo Lobería. A partir de la presencia de efectivos en el lugar, desde el Municipio confirmaron que se tomaron muestras de los fluidos para analizar si existe peligro alguno para los vecinos que hasta el día de la clausura de las estructuras que vertían los efluentes disfrutaban prácticamente sin reparos del arroyo.
En ese contexto, desde la Asamblea de Vecinos y Vecinas del Sur difundieron una serie de videos donde se observa, por ejemplo, cómo desde los desagües ilegales de las cuatro cabañas que instaló el concesionario sobre la ribera del arroyo – respecto a las cuales aún está pendiente la respuesta del Emtur en cuanto a su legalidad– se vertían efluentes hacia el espacio público.
Además, en otro de los videos -filmado el 19 de diciembre en el marco de la protesta que llevaron adelante para reabrir un viejo acceso público que había sido cercado por el propio Ipucha- se puede ver cómo tanto niños, niñas como adultos se bañan libremente en el arroyo que la fiscalía presume era contaminado por el concesionario (EJC SA) hasta la clausura preventiva.
