Otra vez, la cooperativa CURA no puede trabajar por la rotura de las máquinas
Los recicladores exigen al gobierno municipal la “urgente reparación” de la maquinaria. La actividad está paralizada desde el viernes.
Al igual que viene pasando en los últimos meses y pese a las numerosas advertencias realizadas por las y los trabajadores, una vez más la planta de la cooperativa Común Unidad de Recuperadores Argentinos (CURA) se encuentra sin poder trabajar desde el viernes a partir de la rotura de parte de la maquinaria fundamental para la tarea de separación y reciclado de la basura. Volvieron a exigir al Ente de Servicio Urbanos (Emsur) la reparación de las máquinas.
Los nuevos problemas en la maquinaria que derivaron en la paralización de la actividad, lo cual implica ni más ni menos que las y los trabajadores no puedan generar sus ingresos, se presentan desde el viernes, misma jornada en la que representantes de la cooperativa recibieron en la planta al titular del Emsur, Sebastián D’Andrea, para que conociera en primera persona el crítico estado en que se encuentran las instalaciones.
“En esa visita los trabajadores municipales encargados se comprometieron a realizar el mantenimiento correctivo, pero no ocurrió“, expusieron desde la cooperativa.
En detalle, la “línea de rechazo” que se encarga de trasladar los residuos orgánicos que ingresan a la planta al predio de disposición final de residuos se rompió el viernes y pese a que el sábado les dijeron que sería reparada eso no ocurrió tampoco a lo largo de la mañana de este lunes. Algo similar ocurrió con la cinta de alimentación de residuos que volvió a romperse y pese a que este lunes fue reparada a primera hora, antes del mediodía dejó nuevamente de funcionar.
Desde la cooperativa expusieron las consecuencias directas que genera esta situación: “Acumulación de materiales putrescibles dentro de nuestro lugar de trabajo, acumulación de residuos recuperables en el predio y los trabajadores de la cooperativa no podemos generar ingresos”
Semanas atrás, cuando los reclamos ya habían comenzado a hacerse escuchar por parte de la cooperativa, el titular del Emsur planteó en el Concejo Deliberante que el lugar tiene un potencial “muy alto” pero reconoció que se encuentra bajo “un nivel de operatoria muy por debajo de las posibilidades” y que, además, “las instalaciones han cumplido un ciclo, requieren una inversión y mantenimiento demasiado elevado”.
La planta de reciclado fue puesta en marcha en 2012 por el gobierno municipal como parte de un programa integral del tratamiento de residuos. Desde entonces, el lugar es operado por la cooperativa CURA y fue proyectada para que allí pudieran trabajar unas 120 personas, aunque por la falta de inversión necesaria sólo se desempeña actualmente a un 30%.
