Pequeños productores alertan por la apertura de las importaciones de alimentos
Ante el anuncio del gobierno de Javier Milei, desde la Unión de Trabajadores de la Tierra advirtieron: “Cada kilo que se importe será un productor menos”.
Pequeños productores de alimentos alzaron la voz ante el anuncio del gobierno nacional de abrir la importación de alimentos de la canasta básica y advirtieron por las graves consecuencias que ello traería aparejado para importantes actores de la estructura económica nacional: “Cada kilo de alimento que se importe será un productor menos“, lamentaron desde la Unión de Trabajadores de la Tierra.
Este martes, el vocero presidencial anunció la implementación de una receta conocida y fallida luego de sus aplicaciones durante la última dictadura militar y el menemismo: la apertura de importaciones de determinados insumos bajo la teoría de que redundaría en una baja de los precios de la industria nacional, que se ve forzada a una competencia desleal y, en algunos casos, mortal.
Frente a la reedición de esta receta en medio de un proceso inflacionario acompañado por la no redistribución del ingreso, quienes se expresaron al respecto fueron quienes producen la mayor parte de los alimentos que se consumen en el país: los pequeños productores agroecológicos de Mar del Plata y de los cordones frutihortícolas del resto del país.
Es que para la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT) la medida “atenta directamente contra la producción nacional, sobre todo para cooperativas, pymes, pequeños productores y campesinos”, alertaron en un comunicado.
Frente a las consecuencias de la importación descontrolada, advirtieron que el ingreso de cada kilo de alimento al país significará “un productor menos” y una “Argentina más pobre”, considerando los puestos laborales que quedan en riesgo, sin siquiera mencionar que las y los pequeños productores son quienes además llevan adelante plantaciones sustentables sin utilización de agroquímicos.
No faltará, de todos modos, quien de manera superficial responda ante esta problemática que, entonces, los productores nacionales bajen sus precios para poder ser accesibles y competitivos: sin embargo, ante el aumento de las estructuras de costos también propiciadas por el gobierno nacional, los márgenes de ganancia (y de supervivencia) ya son cada vez menores y el precio al consumidor sufre un impacto directo.
“El 60% de los alimentos frescos que se consumen en las mesas argentinas, son producidos por las familias pequeñas productoras. Con tarifas de combustible y energéticas liberadas, es imposible controlar los costos de producción y el pueblo sufre cada vez más“, describieron al respecto desde la organización.
Tal como otros sectores, desde la UTT calificaron de “errado” el camino elegido por el presidente Javier Milei y su ministro de Economía, Luis Caputo, para desacelerar al inflación. “Es errado desconocer que el entramado económico, productivo y social necesita de un pueblo con trabajo y capacidad para satisfacer sus necesidades, porque aunque avance otorgando beneficios a los poderes económicos, el deterioro social no tardará de explotar. Es errado que un país productor de alimentos los importe“, señalaron.
En ese textual, desde la UTT hicieron referencia a una histórica característica de la economía nacional y de la intervención del Estado, enfocada principalmente en los sectores agroexportadores, desalentando su tecnificación para satisfacer la demanda internacional de las grandes potencias y para una recaudación de divisas que luego, sin embargo, no es redistribuida.
Así, desde la UTT se reconocen como “el campo que alimenta”, como quienes entienden el alimento “como un derecho, y no una mercancía” y que por eso hace tiempo luchan por una Ley de acceso a la Tierra que dignifique y potencie al sector, propiciando una mayor producción que, por ejemplo, podría disminuir los costos y el precio final.
“Señor presidente, es errado querer bajar la inflación destruyendo la producción nacional y local. Es errado continuar instaurando políticas públicas que conforman un plan de negocios macroeconómico que solo beneficia a los poderosos”, apuntaron desde la organización que como contrapartida impulsa una producción sustentable, sin especulación y con venta directa a través de sus almacenes. “Por todo esto, sabemos que existe una alternativa real y la estamos construyendo“, añadieron.
