Una jornada para visibilizar el trabajo de cocinas y comedores populares
La lleva a cabo el Movimiento Evita bajo la consigna: “No solo es amor, es trabajo”. Un proyecto a nivel local y otro a nivel nacional buscan que se otorgue una asistencia económica.
En el marco de dos proyectos, uno presentado a nivel local y otro a nivel nacional que apuntan a reconocer y a otorgar un beneficio económico a quienes día a día mantienen las cocinas y los comedores populares, que se volvieron fundamentales en medio de la pandemia para un importante sector de la sociedad, este lunes el Movimiento Evita lleva adelante en Mar del Plata, como en otros puntos del país, una acción simultánea de visibilización en 15 cocinas barriales de la ciudad.
Este lunes al mediodía funcionarios más de 15 cocinas populares simultáneamente en el marco de la acción de visibilización con la consigna “No solo es amor, es trabajo”.
En Mar del Plata, el concejal del Frente de Todos e integrante del Movimiento Evita, Roberto Gandolfi, presentó semanas atrás un proyecto de ordenanza para reconocer a quienes sostienen las cocinas y comedores populares, y para que el Municipio brinde una ayuda económica en aquellos casos donde se cocina en la propia casa, con el objetivo de facilitar insumos como la garrafa de gas.
Asimismo, el diputado nacional del Frente de Todos y referente del Movimiento Evita, Leonardo Grosso, presentó un proyecto de ley que propone un bono de $5.000 para trabajadoras y trabajadores de comedores y merenderos comunitarios durante la emergencia sanitaria por la pandemia del covid-19.
El nombre del proyecto, “Ley Ramona”, es un homenaje a la referente barrial de la Villa 31, Ramona Medina, quien falleció a causa del covid-19 tras denunciar la falta de agua en su barrio. “Hay miles de mujeres en todo el país que todos los días preparan la comida para millones de personas, ellas también están en la primera línea de pelea contra el covid-19 y creemos que merecen un reconocimiento por una labor tan esencial como la que están llevando a cabo en plena cuarentena”, explicó Grosso.
Por otro lado, Jorgelina Rodríguez, referente del Movimiento Evita Mar del Plata, explicó lo que pasa con las más de 15 cocinas populares que coordina la organización en la ciudad: “Las mujeres que sostienen las ollas populares en sus barrios permiten que vecinas y vecinos, familias completas accedan a un plato de comida calentito o una merienda rica. Sin el trabajo esencial de estas compañeras, en muchos barrios de nuestra ciudad no habría sido posible el aislamiento social obligatorio”.
Y en este sentido aclaró que estas mujeres vienen realizando esta tarea en comedores desde el 2016. “Cuando se decretó la pandemia, ellas sin dudarlo se pusieron en primera línea para seguir sosteniendo las cocinas populares que triplicaron su demanda”.
Las cocinas populares, son un espacio fundamental en los barrios más vulnerables para que las personas puedan acceder a una buena alimentación y realizan un trabajo vital, ofreciendo alimentos donde hace falta. Para garantizar los alimentos, las referentes tienen la tarea compleja de: censar las necesidades, gestionar recursos, acopiarlos apropiadamente (dividiendo alimentos frescos que deben ser refrigerados de los secos), administrar con cuidado la mercadería, elaborar comidas sabrosas y nutritivas, preparar las raciones, ordenar las entregas.
En el marco de la pandemia a esta rutina se le sumaron las medidas sanitarias: barbijos, camisolines desechables, distancia física en la realización de todas las tareas, aumentar la desinfección de superficies. Es por eso que se amplió el horario para cumplir con todas estas tareas: para recibir mercadería, para ordenarla, para cocinar y que la comida esté a tiempo cuando las familias pasan a buscar sus viandas, sin que se genere una concentración de personas.
