Una mujer se encadenó en IOMA por una medicación: su hija la necesita para vivir
La paciente tiene 16 años y su mamá se cansó de la falta de respuestas de la delegación local de la obra social que sigue acéfala en medio de la crisis.
La crisis del Instituto de Obra Médico Asistencial (IOMA) presenta casos urgentes y angustias que se incrementan ante vidas que se ponen en riesgo, a tal punto que una mujer decidió encadenarse este lunes en la sede local porque nadie le da respuestas: su hija de 16 años depende de una medicación para vivir y la obra social le cortó la entrega. En una delegación local acéfala, la falta de soluciones derivó en el reclamo que se mantendrá hasta que, desde su central de La Plata, IOMA brinde respuestas.
Marcela es la mamá de una adolescente de 16 años que, según contó, padece una enfermedad genética que le fue diagnosticada hace siete años y desde entonces su vida está atravesada por esa infección crónica al punto tal que tuvieron que mudarse desde Dolores a Mar del Plata para poder atenderse regularmente.
“Para vivir, ella necesita una medicación que se llama Eculizumab, que es una medicación muy cara, vale más de $7,5 millones cada dosis, ella necesita cuatro cada quince días. Estamos hablando de casi $60 millones mensuales“, contó la mujer a Qué digital mientras permanecía encadenada en la puerta de la delegación ubicada en la avenida Independencia y Rawson.
La mujer, como tantas otras personas afiliadas, tuvieron que llegar al extremo de tramitar un amparo ante la Justicia para lograr la cobertura del tratamiento y explicó que en esa medida judicial se obligó a IOMA a otorgar la cantidad necesaria de medicación que requiere el cuadro de su hija.
“Hicimos el pedido por 48 viales, que así lo tenemos en el amparo dispuesto, pero IOMA nos entregó sólo doce y ahí se cortó, no entregó más“, denunció Marcela y lamentó la falta del cumplimiento -en consecuencia- también del amparo. Los problemas, explicó, se iniciaron en enero en medio de la crisis potenciada por la desregulación de los precios de los medicamentos dispuestas por el gobierno de Javier Milei.
Es que a la situación se sumó que la semana pasada la Clínica del Niño y la Familia también cortó la atención para personas afiliadas a IOMA y allí era donde se le aplicaba la medicación a su hija. Así, en caso de tener la medicación, tendrá que acudir a alguno de los efectores que siguen atendiendo a afiliados de IOMA, siempre y cuando no se encuentren colapsados.
“No obstante todo esto, el martes nos enteramos que la única clínica que funcionaba con la obra social que era la del Niño y la Familia cerró sus puertas para los afiliados, ya no tenemos a dónde llevarla, ni para infundirla: no tenemos clínica ni medicación, básicamente“, apuntó.
UNA DELEGACIÓN ACÉFALA SIN RESPUESTAS
El reclamo de Marcela, como el de tantas personas afiliadas, se centra en que alguien le dé una respuesta. Es que la delegación Mar del Plata de IOMA se mantiene acéfala tras la salida de Santiago González para asumir al frente de la Región Sanitaria VIII y pese a la grave crisis que atraviesa la obra social con el corte de la atención en prácticamente todas las clínicas privadas, entre ellas la Colón, 25 de Mayo y Pueyrredon que se mantiene desde mediados de diciembre por la falta de acuerdo en nuevos aranceles
“No hay explicación, porque acá no hay director, solo la delegada, que tampoco recibe respuesta, no responden desde La Plata”, lamentó la mujer y advirtió que permanecería adentro de la sede hasta tanto le dieran respuestas concretas.
Si bien reparó en la buena atención de las y los trabajadores del lugar, lamentó la gravedad que representa la falta de soluciones: “Sin esa medicación mi hija no vive porque la enfermedad le afecta todos los órganos del cuerpo, puede producir una falla renal, perder su órgano, llegar a un trasplante que sería innecesario porque no es que le hacen el trasplante y se cura sino que la enfermedad continúa porque es crónica. Corre mucho riesgo su vida”.
