La Corte dejó firme la condena contra el represor Alejandro Duret
La decisión fue tomada a doce años de dictada la sentencia en su contra. También le rechazaron otro recurso con el que buscaba la prisión domiciliaria.
A doce años de la condena en su contra, la Corte Suprema de Justicia de la Nación dejó firme la sentencia contra el represor Alejandro Duret por los delitos de lesa humanidad de los que fue víctima Carlos Alberto Labolita, compañero de militancia de Néstor Kirchner y Cristina Fernández. También le rechazaron otro recurso con el que insistía poder acceder a la prisión domiciliaria.
La resolución fue firmada este jueves por Horacio Rosatti, Juan Carlos Maqueda y Ricardo Lorenzetti y constó, tantos años después, simplemente de declarar inadmisible el recurso de queja que había interpuesto su defensa contra la decisión adoptada por la sala VI de la Cámara de Casación, la cual en 2011 revirtió su absolución y lo condenó a 15 años de prisión.
En su voto, el juez Lorenzetti remarcó “para evitar interpretaciones erróneas” que al rechazar por inadmisible el recurso de queja el máximo tribunal lo que hizo fue considerar que no cumplía las características legales para ser analizado por lo que no representa “confirmar ni afirmar la justicia o el acierto de la decisión” apelada.
Durante este jueves, en otra resolución dictada de la misma manera, la Corte rechazó por inadmisible otro recurso de queja interpuesto contra la decisión de Casación de que continúe cumpliendo su pena en una cárcel: el máximo tribunal rechazó la posibilidad que se le otorgue la prisión domiciliaria.
UNA LARGA CAUSA
Alejandro Duret fue condenado por participar en la privación ilegal de la libertad, aplicación de tormentos y el homicidio de Carlos Alberto Labolita, militante de la Juventud Peronista y estudiante en la Universidad Nacional de La Plata -compañero de la facultad y de militancia de Néstor Kirchner y Cristina Fernández-, quien fue secuestrado en su casa de Las Flores en abril de 1976, a pocas semanas del inicio de la última dictadura, y trasladado a la ciudad de Azul, lo que motivó que la causa y el juicio, tantos años después, se desarrollaran en Mar del Plata.
Duret había sido detenido inicialmente en diciembre de 2005 y permaneció en esa condición hasta el 3 de julio de 2009, cuando fue absuelto por mayoría por el Tribunal Oral de Mar del Plata. Sin embargo, tras el fallo de Casación en octubre de 2011 que confirmó su condena a 15 años de prisión, el Tribunal dispuso nuevamente su detención.
Así, permaneció en el Penal de Marcos Paz hasta el 7 de abril de 2016 (en total, ocho años) cuando los jueces del Tribunal que lo juzgó dispusieron su liberación al hacer lugar a un planteo de la defensa por considerar que “debía aplicarse la norma más benigna”, es decir, el beneficio de la ley del “2 x 1”.
Sin embargo, en septiembre de 2017 Casación resolvió dejar sin efecto esa decisión, tras lo cual los abogados defensores interpusieron diversos recursos que demoraron su detención hasta septiembre de 2020.
LA OTRA CAUSA EN MARCHA
El año pasado, mientras seguía cumpliendo esa pena en el Penal de Marcos Paz, fue procesado en otra causa por el titular del Juzgado Federal Nº 1 de Azul, Gabriel Di Giulio, por los homicidios de los conscriptos José Luis Musmeci (20 años) y Alfredo Mario Thomas (22 años). Además, se lo acusa por los delitos de violación ilegal de domicilio, privación ilegal de la libertad y aplicación de tormentos contra decenas de víctimas secuestradas en ciudades como Azul, Roque Pérez, Lobos, Las Flores, San Miguel del Monte e incluso Mar del Plata.
Tras procesamientos los casos este año se elevaron a juicio y se sumaron como un nuevo tramo del que se lleva a cabo desde febrero de 2022 en el Tribunal Oral Federal de Mar del Plata por crímenes de lesa humanidad cometidos en la Subzona militar 12, que comprende a diversos municipios del centro bonaerense como Tandil y Azul.
Semanas atrás, Alejandro Duret declaró en el debate ante los jueces Nicolás Toselli, Fernando Machado Pelloni y Luis Imas. Según publicó la agencia Comunica, se declaró inocente, negó haber sido jefe de inteligencia y afirmó ser víctima de “un fuerte ataque sistemático y alevoso desde 1984 que se intensificó a partir del 2003”.
