La Cueva 3: la fiscalía pidió perpetua para Ullúa, Nani y Ruiz
En el cierre de su alegato, el fiscal Daniel Adler ratificó además el retiro de la acusación contra un cuarto imputado. Otro acusado ya había sido apartado durante el juicio.
Con el pedido de penas de prisión perpetua para tres de los acusados -Guillermo Emilio Nani, Miguel Ángel Ruiz y Eduardo Salvador Ullúa-y con el retiro de la acusación contra uno de los imputados que ya había sido adelantada, el fiscal general federal Daniel Adler cerró este miércoles su alegato en el marco del juicio conocido como “Cueva 3”, que se inició en febrero del año pasado y que se centra en el tercer tramo de la megacausa que investiga crímenes de lesa humanidad cometidos en la última dictadura en el centro clandestino de detención “La Cueva”, ubicado en la Base Área local.
Luego de tres audiencias realizadas entre la presencialidad y la virtualidad frente al Tribunal Oral Federal de Mar del Plata -integrado en este juicio por Daniel Obligado, Fernando Machado Pelloni y Sabrina Namer- este miércoles a primera hora Alder inició la última parte de su alegato en la que finalmente dio a conocer los pedidos de pena de prisión perpetua para Ruiz, Nani y Ullúa y el retiro de la acusación, tal como ya lo había adelantado para el cuarto acusado, Juan José Banegas. En medio del juicio otro imputado, Miguel Ángel Ceferino Silva, fue separado por incapacidad para enfrentar el proceso.
El fiscal Daniel Alder -acompañado por María Eugenia Montero y Julio Darmandrail como auxiliares fiscales- detalló los secuestros, torturas, desapariciones y asesinatos cometidos contra las víctimas de este proceso, que pasaron por el centro clandestino de detención La Cueva, y luego planteó el rol y la responsabilidad penal de cada uno de los juzgados.
Según informó fiscales.gob.ar, en el caso de Ruiz el fiscal reparó en que fue auxiliar de la Sección Operaciones de la Plana Mayor del Grupo de Artillería de Defensa Aérea (GADA) 601, que estaba a cargo de Alfredo Manuel Arrillaga, quien ya fue condenado por los hechos que hoy se le imputan a Ruiz.
El acusado Ruiz
Por su parte, Nani se desempeñó en distintos cargos dentro del GADA 601: fue jefe de la Batería Comando y Servicios; luego, en 1977 pasó a ejercer como Jefe de la Batería A; y más tarde fue designado Oficial de Personal de la Plana mayor, y en ese carácter se le imputan en este juicio los hechos cometidos en 1978.
Asimismo, el fiscal planteó que Ullúa -que en diciembre pasado fue condenado a perpetua en otro juicio por formar parte, antes de la dictadura cívico miliar, de la agrupación paraestatal de ultraderecha Concentración Nacional Universitaria (CNU)- se integró como agente de inteligencia inorgánico al GADA 601 como “colaborador”.
En ese rol civil se le imputa su participación como “informante” de las autoridades militares en especial en el señalamiento para la desaparición y asesinato de los abogados que resultaron víctimas de la denominada “Noche de las Corbatas”, el megaoperativo represivo perpetrado en julio de 1977 cuando un grupo de abogados laboralistas fue secuestrado y la mayoría permanece desaparecido.
“La función que los imputados desempeñaban dentro de la organización militar es un elemento relevante a la hora de establecer su intervención en los hechos, por cuanto, como ya se ha dicho, éstos se cometieron en el marco de un plan sistemático y generalizado de represión ilegal, de acuerdo a una política dispuesta por el gobierno de facto y a través de la propia estructura institucional”, sostuvo Adler.
Y sumó: “Ello significa que la atribución de los hechos no se funda meramente en el desempeño de una función, en la pertenencia a una organización, o en el conocimiento que deberían haber tenido de los hechos, sino en el convencimiento de que, desde sus cargos de jerarquía, los imputados llevaron adelante la política de eliminación de opositores políticos con las metodologías de desaparición, tortura y ejecución extrajudicial ya señaladas. No se juzga por la función sino por lo que se hizo desde ella”.
El que se encuentra siendo juzgado es el tercer tramo de la megacausa “La Cueva” teniendo en cuenta que en 2012 nueve represores ya fueron condenados, en tanto que otros también ya recibieron penas en el tramo dos en un juicio acumulado además con casos de las causas “Base Naval” y “Subzona 15” que terminó en abril del año pasado.
