Lucía Pérez, segundo juicio: tras la inspección en la casa de Farías, los últimos testigos
Este jueves, bajo la lluvia, se realizó una recorrida por la casa del barrio Alfar. Este viernes declararán los cuatros testigos de la defensa que faltan.
Como parte del último tramo de la etapa de producción de prueba en el segundo juicio por Lucía Pérez, este jueves se concretó, a pesar de la lluvia, la inspección ocular en la casa en la que vivía el principal acusado, Matías Farías, y para este viernes quedó programada la declaración de los últimos cuatro testigos propuestos por las defensas.
Hasta ahora fueron seis las audiencias desarrolladas en la sala del Tribunal Oral en lo Criminal N°2 de Mar del Plata, en la que se concretó el paso de casi 30 testigos en su mayoría propuestos tanto por la fiscalía, a cargo de Leandro Arévalo, como el particular damnificado, a cargo de las abogadas Verónica Heredia y María Florencia Piermarini. Y para este viernes quedó programada la declaración de cuatro restantes: tres correspondientes a la defensa a cargo de César Sivo, en representación de Juan Pablo Offidani, y uno por la de Laura Solari (Farías).
La continuidad de las audiencias para este viernes quedó fijada después de que este jueves a la mañana -a pesar de la lluvia que se desató en Mar del Plata- se concretara la inspección ocular a la casa del barrio Alfar, en Racedo al 4800, donde vivía Matías Farías y donde el 8 de octubre de 2016 se produjo el hecho. Desde allí Lucía Pérez fue trasladada por los acusados al Centro de Atención Primaria de la Salud (CAPS) de Playa Serena, donde se constató su muerte.
En esa casa, para la acusación, se produjo el abuso sexual por parte de Farías tras la provisión de drogas que causó, de acuerdo a los peritos, una “asfixia tóxica” que provocó la muerte de la adolescente en medio de una situación de vulnerabilidad. Y para la defensa, en cambio, se trató de “relaciones sexuales consentidas”.
Durante la inspección realizada este jueves en la pequeña vivienda participó la dueña del inmueble, que vive en el mismo terreno y que este martes fue una de las testigos que expuso en el juicio. Definió ese lugar como “un sucucho” y planteó que había accedido a alquilarlo en ese momento a Farías sólo porque había sido un pedido de Offidani -a quien conocía de chico del barrio- ya que no tenía intención de hacerlo por una “mala experiencia” que había tenido con un inquilino anterior.
Si bien una vecina de enfrente de la casa dijo que previo al hecho ya observaban maniobras compatibles con la venta de drogas, la propietaria sostuvo que nunca habían tenido ningún inconveniente con Farías, que había alquilado la vivienda hacía unos diez días tras haberse separado de su pareja, con quien tiene un hijo.
De no mediar imprevistos, la audiencia de este viernes será la última en la que declararán testigos, y los jueces Gustavo Fissore, Alexis Simax y Roberto Falcone quedarán en condiciones de pasar a la etapa de alegatos, que se iniciarían por parte de la fiscalía el miércoles próximo después de los feriados de Carnaval.
Farías y Offidani no han participado hasta el momento de ninguna de las audiencias en las de que declararon testigos: sólo lo hicieron -vía teleconferencia desde la cárcel- durante la jornada inicial en las que las partes expusieron sus lineamientos.
Allí la fiscalía ratificó la acusación de abuso sexual con acceso carnal agravado por el suministro de estupefacientes seguido de muerte en concurso ideal con femicidio. En el caso de Farías, como autor, y en el de Offidani, como partícipe secundario, aunque el fiscal se reservó la posibilidad de modificar esa última figura tras el transcurso del debate. Las defensas adelantaron que discutirán la materialidad delictiva, es decir, el hecho ilícito acusado, e impulsarán la absolución de ambos.
