Espigón N°9: a más de dos años del anuncio, un estudio de impacto ambiental
El Consorcio Regional presentó un estudio mientras se esperan avances por las obras de ampliación anunciadas en 2021.
A más de dos años del anuncio en torno a las obras de ampliación del Puerto de Mar del Plata, específicamente a partir de la construcción del espigón número 9 en la Escollera Sur con fondos de la Administración Nacional de Seguridad Social (Anses), el Consorcio Portuario presentó un estudio de impacto ambiental entre los pasos paralelos y previos a la licitación.
Desde enero de 2021, cuando la titular de la Anses, Fernanda Raverta, anunció junto al por entonces ministro de Economía, Martín Guzmán, la construcción de un nuevo espacio de amarre en la terminal portuaria, a nivel político abundaron los cuestionamientos por parte de la oposición para exigir avances.
Desde entonces, no obstante, no se conocieron más detalles de la obra al menos hasta esta semana, ante la presentación de un estudio de impacto ambiental por parte del Consorcio Portuario, en busca de que el Ministerio de Ambiente lo apruebe y emita una Declaración de Impacto Ambiental (DIA).
Allí como principal novedad con respecto al anuncio original aparece dentro de las proyecciones para la etapa operativa la previsión para la actividad que generarán las iniciativas en marcha para la extracción de hidrocarburos offshore.
Como paso previo a la emisión de la Declaración de Impacto Ambiental que deberá realizar el gobierno provincial, este 5 de mayo se abrirá una instancia de “participación pública” por parte del Ministerio de Ambiente que durará hasta el 18 de mayo y estará disponible en la web, donde se puede consultar el estudio presentado por el Consorcio que conduce Gabriel Felizia ante la Dirección Provincial de Evaluación Ambiental.
En paralelo a este proceso administrativo se espera que avancen las gestiones correspondientes al financiamiento y proceso licitatorio de la obra, cuyo llamado será realizado de manera pública por el Consorcio Regional y, tal como fue anunciado, con financiamiento de organismos crediticios nacionales, principalmente el Fondo de Garantía de Sustentabilidad de la Anses (FGS).
Técnicamente, el espigón tendrá un ancho de 34,90 metros y un largo de 190 metros y será construido con pilotes perforados de hormigón armado con camisa metálica de 1,20 cm de diámetro, vinculados a través de vigas y losas conformando una estructura pórtico de hormigón armado con sistemas de defensa.
Estará ubicado a 70 metros del espigón 10 y a 300 metros del espigón 7, y la etapa de construcción demoraría aproximadamente de 24 meses, con una inversión total de US$ 17.345.402,57 para generar 1.431 metros nuevos de amarre, que afirman ampliará en un 33% más la operatividad actual de la terminal, un dato no menor si se tiene en cuenta que hace años aseguran que la capacidad operativa está limitada, por ejemplo, por los buques inactivos.
En lo que respecta al estudio, entre sus conclusiones establece que “no se identifican impactos negativos que impiden la realización de la obra”, aunque reconocen que “los impactos negativos son en su mayoría de extensión puntual, intensidad media a baja y duración temporal“.
Además, entre las conclusiones, sostienen que “no se esperan” desplazamientos o abandonos de la zona por parte de la población de lobos marinos del Puerto, incluso en la etapa más crítica de perturbaciones de la obra.
Luego, en cuanto a los impactos de la etapa operativa del espigón número 9 del Puerto de Mar del Plata, aseguran que estarán signados no solo por el mayor espacio de amarre para las necesidades de la flota pesquera, sino también para las actividades de los proyectos petroleros para la extracción offshore.
“La etapa constructiva implica una inversión de US$ 17 millones, lo cual implica un impacto positivo alto en la industria de las obras portuarias y de impacto indirecto positivo en la comunidad local. En la etapa operativa, es donde se observarán los principales efectos positivos que se relacionan con una mayor operatividad portuaria lo cual es el objetivo específico que justifica la realización”, señalan, haciendo foco en las consecuencias económicas de la obra.
