Jueves 02 de mayo | Mar del Plata
12/12/2022

Críticas a la construcción de un helipuerto en el Aquarium

La Municipalidad realizó una consulta pública sobre una construcción que ya se realizó y desde del “Observatorio Ciudadano” presentaron un petitorio.

Críticas a la construcción de un helipuerto en el Aquarium
(Foto: prensa Aquarium)

En el marco de un novedoso proceso de participación ciudadana incorporado a la aprobación de proyectos en el ámbito municipal, en los últimos días finalizó una consulta pública en torno a una iniciativa cuestionada por vecinos y que incluso ya se instaló: la construcción de un helipuerto en el Aquarium.

La propuesta generó un petitorio ante la Dirección de Gestión Ambiental de la Municipalidad por parte del Observatorio Ciudadano Paseo Costanero Sur, quienes cuestionaron el proyecto impulsado por la empresa “Helitour” -firma dedicada al servicio de helicópteros-, solicitaron que se rechace y pidieron también sanciones, sobre todo al constatar que la plataforma ya fue construida. En detalle, la petición de rechazo y qué dice el estudio de impacto ambiental presentado por la empresa.

El parque, administrado por Plunimar S.A., firmó un contrato para incorporar esta temporada entre sus atractivos viajes en helicóptero, a solo metros de las distintas especies marinas que mantiene en cautiverio y aquellas en proceso de recuperación, como también de aquellas que están en libertad. Para concretarlo, Helitour presentó un estudio de impacto ambiental que contempla tanto el proceso de instalación del helipuerto como el uso de la aeronave, aunque la primera etapa ya se concretó.

En este marco, según explicaron desde el Observatorio a Qué digital, esta es la primera vez que el Municipio de General Pueyrredon aplica lo previsto por la ley de ambiente de la Provincia de Buenos Aires (N°11.723) en la cual se establece que “todos los proyectos consistentes en la realización de obras o actividades que produzcan o sean susceptibles de producir algún efecto negativo al ambiente de la Provincia y/o sus recursos naturales, deberán obtener una Declaración de Impacto Ambiental (DIA) expedida por la autoridad ambiental provincial o municipal”, competente.

Como paso previo a esa Declaración está la Evaluación de Impacto Ambiental (EIA) -parte del procedimiento obligatorio para identificar, predecir, evaluar y mitigar los potenciales impactos de un proyecto de obra o actividad en el ambiente tanto en el corto como mediano y largo plazo- plasmada en un Estudio de Impacto Ambiental (EsIA), un documento técnico que queda a cargo de la persona proponente del proyecto, en este caso, Helitour.

En ese sentido, el EsIA debe contar con un descripción detallada del proyecto, su línea de base ambiental y social, un análisis de alternativas, la identificación y valoración de los potenciales impactos ambientales y sociales que el proyecto (en todas sus etapas) puede causar en el corto, mediano y largo plazo, así como la previsión de la gestión ambiental para abordarlos (prevención, mitigación y compensación), entre otros requisitos.

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Fueron sobre esos puntos en los que repararon desde el Observatorio Ciudadano al momento de presentar sus planteos ante la Dirección de Gestión Ambiental municipal. Principalmente, en el expediente presentado y al que tuvo acceso este medio, miembros del Observatorio afirman que en el sitio la construcción a habilitar ya fue realizada, sin obtener aún la Declaración de Impacto Ambiental. Incluso, se puede observar la presencia del helipuerto en imágenes satelitales.

“Se está buscando la aprobación de una obra que fue realizada sin haber cumplido con el EsIA y DIA, que ahora de forma extemporánea se pretende obtener los permisos a instancias de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC)”, sostiene el documento. Además, expusieron una serie de cuestionamientos en torno a la profesional a cargo del estudio.

Más allá de esos planteos, es en el marco de éste y otros proyectos que el Municipio abrió la instancia de consulta pública para cumplir con el paso de “participación ciudadana”: hasta el 5 de diciembre había tiempo para hacer consultas al área. “Creo, a modo personal, que después de todo el conflicto de las petroleras la sociedad y sobre todo acá en la ciudad de Mar del Plata, se tomó más conciencia de qué implica la instancia de participación ciudadana“, sostuvo en diálogo con Qué digital Kanki Alonso, miembro del Observatorio.

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LAS CRÍTICAS

Entre los diversos puntos que expuso el Observatorio, denunciaron que el proyecto sostiene que la orilla del mar se ubica a 150 metros al este del helipuerto como el “único cuerpo de agua natural cercano a la ubicación del proyecto”. Sin embargo, sentenciaron que a través de las mismas imágenes aportadas por el EsIA la distancia sería incluso menor: “Medimos la distancia entre el helipuerto y el mar y obtuvimos unos 66 metros“.

“Te metés en Google Earth y mirás y la pista ya está hecha. Pintada como ellos proponen pintarla. Ya hicieron la obra. No se puede pedir una declaración de impacto ambiental de un proyecto que ya hiciste, eso ya es causal de que te declaren nulo todo el proceso“, apuntó Alonso.

Además de la cercanía al mar, el expediente también repara en el punto de “inclusión social” al sostener que el proyecto se orienta a un público “extremadamente selecto” ya que prevé cobrar 2 mil dólares por hora de vuelo y 500 dólares los 15 minutos.

Según se desprende del contrato de Helitour, se utilizará un helicóptero “Robinson R. 44” de cuatro plazas, “nuevo modelo” y “veloz, silencioso y seguro”. Entre las cláusulas, se establece que los vuelos serán del helipuerto al mar y del mar al helipuerto: “Jamás se podrán sobrevolar las instalaciones del parque temático y mucho menos los animales que allí habitan“, expresa el documento oficial. En cuanto a la operatividad, se proyectan entre cuatro y cinco vuelos entre las 10 y las 17, con viajes que podrían llegar a ser de entre 30 minutos y una hora de duración.

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Entre otros puntos, desde el Observatorio denunciaron que el emplazamiento del helipuerto se ubica a 500 metros de La Restinga del Faro -una formación rocosa que abarca aproximadamente 7 kilómetros cuadrados y constituye una reserva con formación de arrecifes semiblandos y habitada por una particular fauna de invertebrados- y que “no se tuvo en cuenta el área marina susceptible de verse afectada por el asiduo tráfico aéreo en zona donde la onda sonora rebota en lecho marino por escasa profundidad”.

Entre sus consideraciones, remarcan: “No se contempló el sitio como entorno inmediato por la cercanía de la Reserva Natural La Restinga del Faro, el sobrevuelo, ni tampoco el atractivo turístico que genera el paso de ballenas, delfines y orcas“, además de hacer énfasis en la posible afectación de la ballena franca austral a través de extravíos, maltratos o el daño a los ejemplares susceptibles a la polución sonora.

QUÉ DICE EL ESTUDIO DE IMPACTO AMBIENTAL

En principio, el documento presentado por el proponente reconoce dos etapas del proyecto: la construcción del helipuerto en sí misma con su previo acondicionamiento del terreno -que demoraría no más de una semana y que, denuncian desde el Observatorio, ya fue realizado- y los vuelos de la aeronave (que hacen al uso del helipuerto).

En ese sentido, los potenciales impactos de tipo ambiental a los que refiere el estudio son al aire (ruido y calidad) y paisaje, impactos en la flora y fauna y a las actividades económicas. Por ejemplo, reseña que la instalación del helipuerto genera impactos negativos, temporales y reversibles en el paisaje y en la flora, en tanto que el uso del helipuerto los genera de manera negativa, permanente e irreversible en cuanto al ruido y calidad del aire, paisaje, fauna y en seguridad.

Específicamente en lo que respecta al uso del helipuerto y el impacto del ruido del helicóptero, se realizaron pruebas de impacto acústico en La Matanza (al no estar habilitado el propio helipuerto para volar) teniendo en cuenta el potencial impacto en personas y en los animales alojados en el parque, y centrados en la categoría “Ruidos molestos al vecindario”.

“Categorizando los niveles sonoros medidos según la norma IRAM 4062, a 60 metros del helipuerto (ubicación de los receptores más cercanos) el ruido alcanzará 59,1 decibeles, mientras que a 250 metros (ubicación de los receptores más alejados), el ruido será de 46,6 dbA. Estos valores se encuentran por debajo de los 60 dbA (límite máximo admisible por la normativa vigente)”, señala el documento a partir del cual se calificó un impacto “moderado” sobre el aire y la fauna, aunque sin profundizar en torno al impacto sobre las especies en cautiverio.

Además, sumaron que en menor medida el ruido -pero también de forma “moderada”- impactará en la calidad del aire “generando el desprendimiento de partículas del suelo”. Frente a ello, una de las propuestas para gestionar los impactos fue el “mantenimiento de la vegetación” circundante para generar “una cortina forestal” frente a emisiones de ruido que, sostiene el documento, están dentro de la norma según los parámetros que utilizaron. Además, propusieron “restaurar” la vegetación afectada por la plataforma de concreto.

Ahora, el siguiente paso que aguardan desde el Observatorio es la elaboración de la DIA desde la Dirección de Gestión Ambiental municipal. El organismo, en su obligatoriedad, debe evaluar de manera positiva o negativa el proyecto junto al EsIA, explicaron desde el Observatorio. Además, a la espera de los datos públicos en caso de que la Dirección Ambiental solicite correcciones a la presentación de Helitour, anticiparon que pedirán un informe para tomar conocimiento sobre cómo se expidió el organismo en el plazo de 30 días.

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