Cuidacoches: sin avances en la regulación y más de 500 denuncias en la temporada
Con los expedientes para la regulación de la actividad paralizados en el Concejo Deliberante, se repite uno de los principales conflictos de cada temporada de verano.
Mientras los expedientes que buscan regular la actividad a través de un registro municipal se mantienen paralizados en el Concejo Deliberante, la temporada de verano cerró con más de 500 denuncias a cuidacoches y el conflicto en torno a esa actividad en el espacio público volvió a quedar en evidencia una vez más, sin un tratamiento de fondo para regular la actividad ni la ejecución de la esperada “prueba piloto” por el sector.
Como sucede ante cada temporada de verano, sobre todo al representar un fuente de ingresos en medio de la agudización de la crisis económica, la actividad de los cuidacoches volvió a ser un foco de conflicto entre quienes lo hacen desde hace tiempo en la ciudad y se desempeñan “a voluntad”, quienes llegan desde otras ciudades y la Municipalidad, que sigue sin reconocer al sector organizado mientras publicita sus operativos contra quienes, a través de la actividad, cometen delitos.
El tiempo pasó y aunque los cuidacoches en Mar del Plata organizados a través del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) aseguran haber pedido nuevamente poner en marcha antes de la temporada de verano la adeudada prueba piloto para su regulación mediante un registro, finalmente eso nunca sucedió.
En paralelo, los tres expedientes presentados en los últimos cuatro años para regular de la actividad se mantienen paralizados en el Concejo Deliberante y la Municipalidad continúa haciendo foco en su abordaje policial de la problemática: informó que recibieron más de 800 “denuncias” a lo largo de la temporada y que más de la mitad –531– fueron catalogadas como “positivas”, es decir, que se encontraron con cuidacoches que en algunos casos habían cometido delitos (por ejemplo, extorsiones) o contravenciones.
Los tres proyectos de ordenanza a partir de los cuales se planteó la regulación fueron presentados a lo largo del 2020 por diferentes espacios políticos y, si bien mantienen algunas diferencias entre sí −algunas sustanciales respecto a su perspectiva de inclusión o exclusión social−, todos ellos apuntan a la creación de un “registro municipal de cuidadores de vehículos” según lo dispuesto por una norma sancionada en 1964 que jamás entró en vigencia.
El primero fue presentado por la entonces concejala radical y actual secretaria de Desarrollo Social, Vilma Baragiola, bajo una perspectiva de “seguridad” −con la Secretaría de Seguridad como órgano de aplicación, incluso−, y fue la primera propuesta en establecer la “obligatoriedad” de presentar un certificado de antecedentes penales para poder formar parte o no del registro municipal.
(Foto: archivo / prensa Frente de Todos)
En esa misma dirección fue el segundo de los proyectos presentado por el oficialismo, por el concejal Agustín Neme. Su propuesta también encaró a la actividad como una “problemática de seguridad ciudadana” y además de no registrar antecedentes penales, el proyecto establece como requisito para el registro no tener ingresos formales o ayudas del Estado de cualquier índole que superen el valor de un salario mínimo, vital y móvil.
La última de las iniciativas fue presentada por el ex Frente de Todos (ahora bloque de Unión por la Patria) resultado un trabajo en conjunto con el Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) y su rama de cuidacoches. Así, propusieron la creación del registro sin incluir como requisito la ausencia de antecedentes penales y, bajo una perspectiva de inclusión social, proponen la formación y capacitación de las y los trapitos que, además, deben estar inscriptos en el Registro Nacional de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (Renatep).
Las tres presentaciones (dos oficialistas y una opositora) fueron unificadas en su tratamiento y permanecen desde marzo de 2021 en la comisión de Industria, Comercio, Pesca, Innovación y Trabajo. En septiembre de 2022 en el marco de una mesa de trabajo no solo se discutió en el Concejo Deliberante el ítem referido a los antecedentes penales −que anula toda posibilidad de inclusión social para aquellas personas liberadas−, sino también la puesta en marcha de una prueba piloto del registro municipal antes del verano 2023 que no se concretó ni en esa temporada ni en la actual.
EL REGISTRO, UNA “GARANTÍA” DE ESTADÍA LABORAL
Una garantía del lugar de trabajo, de estadía laboral y de reconocimiento estatal que posibilitaría en lo concreto e inmediato “poder trabajar tranquilos y que los vecinos sepan quién está cuidando” los vehículos: ese sería el beneficio de contar con un registro municipal individual a la hora de ejercer la actividad diaria para Sebastián, cuidacoches del centro de Mar del Plata nucleado en el MTE.
“Nos compromete mucho la gente que viene de otros lugares mientras nosotros estamos acá, laburando, firmes. Cuando veo alguna situación, en mi caso particular, llamo al 911. Hay gente que se mete, que se hace pasar por cuidacoches o que marca los lugares para terminar haciendo maldades“, expuso para Qué digital a modo de balance de lo que ocurre, asegura, temporada tras temporada.
“El registro quedó en standby. Quedó todo quieto. Parece que no quieren saber nada con eso y es una lástima porque nos garantizaría el lugar, la estadía de laburo. Que la Policía sepa que cuenta con gente que está laburando. Queremos el apoyo, que la Municipalidad nos banque”, planteó.
Sebastián es uno de numerosos cuidacoches que están organizados en Mar del Plata a través del MTE. Su historia, como tantas otras, pasó por la necesidad de tener ingresos para subsistir luego de haber sido excluido en la última gran crisis nacional -hace más de 20 años- y de la falta de oportunidades que genera el modelo socioeconómico capitalista.
A pesar de ser una actividad informal y de ingresos inestables al partir de la voluntad de los automovilistas, a través de la organización y el reconocimiento de vecinos sigue buscando cambiar su presente y exponer la heterogeneidad de la actividad a veces no del todo clara en el modo en el que elige comunicar la Municipalidad esta problemática.
