Rigel, a 18 meses, un pedido: “Que se cumpla la orden del juez”
Como todos los días 9, familiares de los tripulantes se concentrarán en la banquina chica del Puerto mientras reclaman que bajen los buzos.
Al igual que lo hacen todos los 9 de cada mes, y al cumplirse 18 meses de la tragedia, este lunes familiares de los ocho tripulantes desaparecidos del buque pesquero Rigel volverán a concentrarse, en este caso en la banquina chica del Puerto a partir de las 15, con un pedido concreto: “Que se cumpla la orden del juez y que bajen los buzos ya”.
La convocatoria es a 548 días de la desaparición del buque pesquero y a 62 de que el juez de la causa, Gustavo Lleral, ordenara -tras la lucha y el incansable reclamo de los familiares- que el gobierno nacional “arbitre todos los medios necesarios”, ya sea el propio Estado o terceros, para realizar “una completa inspección interna y externa” del buque, y como parte de ella, avance de cara a la recuperación de los cuerpos que hayan quedado atrapados en el casco.
Y en ese marco, ante la falta de avances concretos, los familiares de la tripulación organizaron entonces a una nueva concentración, este lunes a las 15 en la banquina chica del Puerto porque “así como los nombres nos identifican, las fechas nos trasladan a algún momento vivido”.
“Los días 9 de cada mes nos regresan a un triste y angustioso día; nuestros hijos fueron desaparecidos por los que debían protegerlos. Por eso volvemos a reunirnos en su lugar, que es el de tantos que caminaron por allí y hoy no están”, convocaron los familiares.
En ese sentido, este lunes la concentración será con el objetivo de “mantener viva la memoria de cada uno de los que solo buscaron estar mejor” y de reclamar que el Estado cumpla con lo que fuera ordenado, hace más de dos meses, por la Justicia: “Que bajen los buzos ya”.
Y además también, con la idea de repudiar la persecución a los familiares, teniendo en cuenta que el mes pasado, Guillermina Godoy -mamá de Nahuel Navarrete, uno de los tripulantes del Rigel- fue notificada respecto a la radicación de una denuncia en su contra; es que, la Prefectura Naval Argentina, en la figura del prefecto mayor Gabriel Cartagénova, la denunció a ella y a su otro hijo, Mateo, por injurias, por el solo hecho de apuntar hacia la fuerza como responsable “por acción u omisión” de la desaparición de los marineros.
Muy por el contrario, en la causa por el hundimiento y la desaparición de los tripulantes del Rigel, todavía no hay culpables o siquiera avances, ya que pese a la orden de la Justicia, los buzos todavía no bajaron.
