Tarifazo en la electricidad: preocupación de trabajadores ante un “panorama sombrío”
Desde Luz y Fuerza manifestaron su alerta por la situación del mercado energético, la política del gobierno y su doble impacto como empleados y consumidores.
El ajuste aplicado por el gobierno nacional en materia de subsidios, trasladado de manera directa a las tarifas que pagan los consumidores, avanza de manera sostenida y desde el Sindicato Luz y Fuerza Mar del Plata manifestaron su preocupación tanto por el presente del mercado energético y el potencial impacto sobre sus fuentes laborales como también por cómo todo se traslada a las facturas de la población.
El tarifazo se siente en numerosos ámbitos: desde los ahora ex servicios públicos de telecomunicaciones como también en el gas por red y en garrafa y en la energía eléctrica, donde la distribuidora local EDEA tiene autorizado aplicar aumentos que parten desde el 180%. Y en este último servicio hicieron foco desde el gremio del sector en una declaración realizada en los últimos días.
Tal es así que si bien se trata de un servicio regulado en última instancia por el gobierno provincial, alertaron que en el terreno de la energía “todo ha empeorado a partir de las políticas implementadas por Javier Milei“, con el doble impacto que ello proporciona sobre el sector, tanto en su faceta de empleados como consumidores del servicio.
Es que, por un lado, advirtieron por la decisión del gobierno de Javier Milei de “no cubrir el déficit operativo” de la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico Sociedad Anónima (Cammesa), la empresa nacional encargada de comercializar con las distribuidoras la energía que se produce en todo el país, y las consecuencias que eso conlleva en todo el sistema.
Según indicaron, desde la asunción, el gobierno de Milei dejó de pagar los despachos de energía a las generadoras, lo cual afectó a la cadena productiva: “Provocó un quiebre en la cadena de pagos, porque las generadoras no dejan de enviar la energía que luego se distribuye, pero no están recibiendo el pago“, señalaron.
Este presente, aseguraron, pone en riesgo el servicio eléctrico de todo el país, a lo que se suma el riesgo latente de pérdidas de fuentes laborales derivada de una política de la empresa: afirman que Cammesa “asfixia” y pone en riesgo la continuidad de las cooperativas que prestan el servicio eléctrico en algunas localidades exigiéndoles de la misma manera que a las grandes distribuidoras el pago de una deuda acumulada en concepto de energía ya comercializada.
De todos modos, si bien reconocen que se trata de una deuda que el gobierno anterior también buscaba cobrar, cuestionaron que Milei no opera de la misma manera con grandes empresas: “No actúan del mismo modo con las empresas Edenor y Edesur, quienes concentran el 40% de la deuda total con Cammesa. Queda claro que quienes siempre sacan provecho del Estado son los grandes capitales, en desmedro del sistema cooperativo y del pueblo trabajador”.
Por otro lado, advirtieron que en paralelo gran parte del desequilibrio de la energía es asumido por las familias y personas usuarias: “Desde el gobierno nacional se impone sobre los usuarios un tarifazo sin anestesia, trasladando el costo de la tarifa pura de electricidad sin ningún tipo de gradualidad“.
Incluso, desde el sindicato energético sostienen que había otras alternativas posibles antes de aplicar el tarifazo sobre los hogares como por ejemplo producir energía eléctrica con menores costos a partir del gas no convencional de Vaca Muerta.
Sin embargo, lamentaron que los gobiernos aplicaron un rumbo muy lejano a esa posibilidad, graficado en el intento de Milei de avanzar en la privatización de YPF o al “entregar” las áreas de explotación petrolera y gasífera a capitales privados y trasnacionales con el único objetivo de exportar recursos naturales para generar un ingreso rápido de divisas.
“Estas medidas se traducen en pérdida de soberanía, altísimas tarifas de los servicios públicos y la transferencia directa desde nuestros bolsillos al injusto pago de la deuda externa y la consabida fuga de capitales en manos de los de siempre”, cuestionaron y adelantaron que más allá del panorama actual, no están dispuestos a “ver pasivamente este descalabro económico y social”.
