Petroleras: entre el factor extractivista de la Ley Bases y las promesas de empleo
En el marco de un nuevo “Atlanticazo”, abogados ambientalistas volvieron a exponer su rechazo al pozo Argerich y las contradicciones de la expansión petrolera.
En el marco de un nuevo Atlanticazo como cada 4 de cada mes, abogados ambientalistas volvieron a exponer su rechazo a la expansión petrolera y específicamente del pozo Argerich -el proyecto más avanzado– ahora en un contexto de todavía más consenso extractivista por el contenido de la nueva Ley Bases en debate. Sus argumentos y las fisuras del discurso que busca legitimar el avance petrolero.
Esta semana el gobierno de Javier Milei logró la media sanción de la Ley Bases y su paquete de reformas fiscales, en un conjunto de normativas con las que buscan acelerar e institucionalizar el plan económico oficialista, cargado de retrocesos pero, también, de una matriz extractivista marcada.
En ese marco, desde el Colectivo de Acción por la Justicia Ecosocial (CAJE) y la Asociación Argentina de Abogados Ambientalistas –uno de los impulsores de la judicialización del pozo Argerich y que todavía aguardan por una resolución de la Cámara– expusieron algunas de las implicancias sociales, económicas y ambientales detrás de la ex ley “ómnibus” cuyo nuevo articulado ahora deberá ser tratado en el Senado.
“Esta legislación es impulsada bajo la falsa narrativa de una estabilización económica. Pero la realidad es que representa un grave retroceso para nuestro país; profundiza el saqueo de nuestros bienes comunes y socava las bases necesarias para avanzar hacia un horizonte de justicia ambiental y social“, analizaron en un comunicado lanzado en la previa al debate en Diputados.
Desde el colectivo enfatizaron en que las reformas impulsadas en materia energética están hechas “a la medida de las grandes empresas petroleras”, sin su debida protección de los territorios y los bienes comunes y sin claros beneficios para el resto de la población.
“Esta amplia reforma energética, no solo destruye la poca soberanía nacional restante en el sector. Sino que también va absolutamente a contramano de los cambios que sabemos necesarios al sistema energético”, consideraron al citar las modificaciones propuestas en la Ley de Hidrocarburos, la Ley Gas Natural o la Ley de Autoabastecimiento Hidrocarburífero.
Pero también hicieron énfasis en la declaración de la Emergencia en materia energética por al menos un año, delegando de esa manera facultades al Poder Ejecutivo. “Abre la puerta a decisiones unilaterales y arbitrarias por parte de un sector ya altamente concentrado en términos de poder”.
También mereció un párrafo aparte el Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI) que aporta facilidades fiscales y administrativas para que grandes empresas “tengan libre acción”. Según el proyecto, el RIGI incluye a sociedades locales o extranjeras dedicadas a sectores del extractivismo de actividades primarias que históricamente controlaron la generación de divisas: agroindustria, infraestructura, forestal, minería, gas y petróleo, energía y tecnología. Para los abogados, sin ir más lejos, el proyecto oficialista “es la base para el saqueo”.
Además, consideraron que “fomenta la precarización laboral y la concentración de la riqueza” y que “debilita aún más los ya exiguos mecanismos de control y regulación del Estado sobre las actividades económicas”.
EL RECHAZO AL POZO ARGERICH
La Asociación de abogados Ambientalistas reiteró su acompañamiento a las comunidades costeras que cada 4 de cada mes salen a la calle en lo que denominan “Atlanticazo” -este sábado no fue la excepción- para visibilizar las consecuencias y el rechazo de la explotación petrolera offshore.
Desde la organización consideran que el avance de la iniciativa -todavía con resoluciones judiciales pendientes- se realiza “de manera absolutamente irregular” y denunciaron que “quieren hacer pagar los impactos ambientales y sociales a quienes viven a lo largo de la costa” mientras en paralelo el gobierno nacional permitirá a grandes empresas “fugar divisas al exterior”: “Así lo evidencia el marco regulatorio actual, el cual solo puede llegar a empeorar si avanza la Ley Bases y las otras propuestas de un gobierno que niega la crisis climática y beneficia a las grandes petroleras”, consideraron.
También, resaltaron las implicancias mundiales de la expansión petrolera offshore, con el potencial incumplimiento de tratados internacionales para reducir las emisiones de gases contaminantes para el año 2050 mediante una transición energética, objetivo que -sostienen- proyectos como el Argerich no contribuyen a cumplir.
(Foto: Qué digital)
“Demandamos la protección de nuestros bienes comunes; la construcción de alternativas energéticas para quienes habitan los territorios, a construir otras lógicas, otras redes regionales de economías para el bienestar de quienes están, no de quienes invierten“, consideraron.
Hace tiempo que desde la organización exponen los distintos argumentos por los cuales rechazan el avance de la actividad petrolera, intentando desarticular el discurso que busca legitimar la explotación offshore bajo las premisas de generación de divisas, empleo y energía.
Así, exponen que hay una posibilidad abierta para el país ciertamente contraria a la petrolera: liderar el proceso de transición energética mediante empresas estatales nacionales o pequeñas y medianas empresas. De no empezar y liderar ese camino, advierten, se corre el riesgo de que esa transición sea absolutamente dependiente de las potencias del hemisferio norte y de procesos “neocoloniales y de capitales internacionales, como pretende avanzar el offshore, bajo una esfera eminentemente corporativa y privativa“.
Esa dependencia, sumada a la desprotección de los intereses y los recursos naturales provistos por la legislación y la política actual: por ejemplo, con el marco regulatorio actual que permite a las empresas acceder al mercado de cambio con facilidades en caso de aumentar la producción y sacarlas del país. “No hay ninguna garantía que no suceda lo mismo que con el megaproyecto Vaca Muerta, donde la salida de divisas supera al ingreso de las mismas“, graficaron.
En esa línea, puntualizaron en que los ingresos por las regalías a cobrar por las concesiones hidrocarburíferas “no cambian la ecuación económica de un país ni siquiera de una provincia”: lo ejemplificaron con la vigencia del Decreto 900/2021 que establece para las concesionarias del bloque CAN 100 (donde se encuentra el pozo Argerich) regalías del 6%, 9% y 12% cada 10 años por los próximos 30.
En ese sentido, frente a las grandilocuentes estimaciones de potencial del bloque marino, indicaron que las regalías recibidas solo por los primeros 10 años de explotación del CAN 100 llegarán solo a 9 millones de dólares por año. Eso, considerando que la empresa parcialmente nacional YPF tiene solo el 35% de la participación accionaria, frente al 35% de Equinor que funcionará como operadora y el 30% restante de Shell.
Valaris DS-17, el buque encargado de la exploración perforatoria. (Foro: Adolfo Vento De Urquia / Marinetraffic)
Y además, la extracción de petróleo en el mar ¿aumentará el empleo en la ciudad? Ese es uno de los argumentos expuestos habitualmente y prácticamente al unísono por los gobiernos e incluso las cúpulas sindicales, como una carta que asoma como imposible de desechar en medio de la dura crisis que afecta a la clase trabajadora especialmente en Mar del Plata, la ciudad con más desempleo del país.
Sin embargo, desde la Asociación descreen de esa premisa y la consideran contradictoria, ya que los puestos de trabajo directos que genera la actividad suelen ser “de corta duración o implican habilidades especiales lo cual requiere el empleo de trabajadores extranjeros”, analizaron.
Incluso, aseguran que hasta 2022 Equinor tenía solo tres personas empleadas de manera directa en el país y que los cálculos noruegos de generación de empleo petrolero indican que con la producción de 80 mil barriles diarios es de 300 puestos directos y 6.500 indirectos, números que aseguran están muy por debajo de las estimaciones que difunden gobiernos y empresas offshore en lo que respecta a los empleos directos y el “factor multiplicador” de la actividad. Al menos en materia productiva, las proyecciones locales hablan de la posibilidad de hallar 1.000 millones de barriles de petróleo en el pozo Argerich.
