Clases: cómo funciona la “evaluación de riesgo” para el regreso a las aulas
El Consejo Federal de Educación aprobó un “marco de análisis y evaluación de riesgo” con indicadores epidemiológicos para orientar a las jurisdicciones en la toma de decisiones.
El posible regreso a clases en algunos sectores del país con baja circulación del coronavirus se transformó en las últimas semanas en uno de los debates instalados mientras la cantidad de contagios no deja de crecer a nivel nacional. Y en las últimas horas el Consejo Federal de Educación (CFE) aprobó un “marco de análisis y evaluación de riesgo” con indicadores epidemiológicos para orientar a cada una de las provincias y ciudades en la toma de decisiones respecto a si es posible o no retomar algún tipo de actividad en las aulas.
Tal como ya había adelantado el ministro de Educación de la Nación, Nicolás Trotta, respecto a que la posible vuelta a algunas actividades presenciales en las escuelas será una “decisión que tomarán las jurisdicciones en base al riesgo epidemiológico”, este jueves el Consejo Federal de Educación aprobó por unanimidad un “Marco de análisis y evaluación de riesgo para el desarrollo de actividades presenciales y revinculación en escuelas en el contexto de la pandemia”.
El documento consiste en indicadores epidemiológicos complementarios al protocolo marco aprobado en julio pasado que permiten “orientar a las jurisdicciones en la toma de decisiones, con información objetiva en relación al nivel de riesgo de contagio de la comunidad educativa, especialmente para áreas urbanas y periurbanas”.
“Hasta la culminación del ciclo escolar 2020, las jurisdicciones promoverán el regreso progresivo, parcial y escalonado a actividades presenciales con el objetivo de revincular a los niños, niñas, adolescentes y jóvenes de un modo distinto al de clases presenciales antes de la pandemia. Se trata de una presencialidad limitada, enmarcada en los protocolos de regreso consensuados”, explicaron desde el Ministerio de Educación de la Nación.
En este sentido, se definió que toma de decisiones debe ser abordada “de manera multidisciplinaria, por cada una de las jurisdicciones, teniendo en cuenta las condiciones y cumplimiento previo de nueve puntos elaborados por los especialistas de salud:
1) Contar con representantes de educación en el Comité Operativo de Emergencia (COE) para la toma de decisión del reinicio de actividades.
2) Evaluar la forma de traslado que utilizarán los niños, las niñas, docentes y no docentes, para asistir a los establecimientos.
3) Contemplar la situación habitacional o niveles de hacinamiento de los niños, niñas y docentes y planificación de acciones preventivas.
4) Instruir adecuadamente al personal docente y no docente acerca de los protocolos que deben seguirse para minimizar los riesgos de transmisión durante el tiempo de permanencia en la institución, con planificación de monitoreos permanentes.
5) Tener los procedimientos detallados sobre cómo actuar ante la aparición de un caso sospechoso y/o confirmado de covid-19 en la escuela.
6) Articular entre las carteras de salud y educación local para la detección de casos sospechosos, procurar la realización del diagnóstico de laboratorio a fin de dar una respuesta rápida y realizar el rastreo de contactos estrechos y su monitoreo.
7) Poseer un sistema integrado de trabajo intersectorial que permita identificar y dar seguimiento a problemáticas complejas como violencia, patologías de la salud mental, trabajo infantil, dificultades de los hogares para realizar aislamientos en caso de ser necesarios, entre otras.
8) Considerar estrategias para aquellos niños y niñas con factores de riesgo que no puedan asistir de manera presencial.
9) Abordar estrategias para aquellos niños y niñas convivientes de personas con factores de riesgo.
Esos nueve puntos se articular con una serie de indicadores epidemiológicos que estipulan situaciones de riesgo baja, media y alta, de acuerdo a las características de circulación del virus en cada uno de los distritos.
“Estos indicadores se articulan con los 9 puntos anteriormente expresados, debe analizarse la situación en general y los indicadores por si solos no determinan el estado de la situación”, explicaron las autoridades.
En torno a esos índices se estableció que en las áreas de “bajo riesgo” se puede programar una “reanudación escalonada y progresiva de las clases presenciales en todos los niveles educativos y modalidades en el marco del protocolo”.
Y en las de “mediano riesgo” se pueden disponer “actividades educativas no escolares (artísticas, deportivas, recreativas, de apoyo escolar u otras) destinadas a niños, niñas, adolescentes y jóvenes en grupos de no más de diez personas preferentemente al aire libre; actividades presenciales de cierre del año para estudiantes del último año de nivel primario y de nivel secundario”.
Desde el Ministerio de Educación detallaron que “la vuelta a clases presenciales progresiva solo será posible en los distritos que registren bajo riesgo y deberán cumplirse los 9 puntos enunciados y las condiciones institucionales y sanitarias previstas en el protocolo marco aprobado el 2 de julio. En relación a las actividades de revinculación, serán posibles en aquellas zonas que presenten un grado de riesgo medio”.
Asimismo, plantearon que la decisión de comenzar o discontinuar las actividades presenciales en las escuelas “deberá ser monitoreada inicialmente con una frecuencia mínima quincenal que se irá ajustando según la realidad local, conforme lo establezcan la autoridad sanitaria nacional y las autoridades jurisdiccionales”.
LA SITUACIÓN EN LA PROVINCIA
Tras la resolución del Consejo Federal de Educación, la Provincia de Buenos Aires anunció que comenzará a definir los distritos “que comenzarán a transitar el regreso a clases”. La Dirección de Cultura y Educación destacó en un comunicado que el regreso “será en etapas” y que primero se convocará a las y los estudiantes que tuvieron un bajo o nulo contacto con la escuela durante la pandemia o los que precisan “un mayor acompañamiento pedagógico”.
En este sentido, explicaron que en las ciudades que se encuentren en condiciones “se priorizará a toda la matricula del último y primer año de los niveles primario y secundario, a hijos e hijas de trabajadores esenciales y de la educación, hasta incorporar progresivamente al resto de la matrícula de cada establecimiento educativo”.
Para avanzar según estas definiciones, la cartera educativa llevará adelante reuniones con actores del sistema educativo y autoridades de cada municipio.
