Domingo 19 de mayo | Mar del Plata
24/02/2019

Cierra Dilsa, histórica ferretería e ícono del Puerto de Mar del Plata

El tradicional comercio bajará la persiana, pero no por la crisis, sino por la necesidad de cambio. Un emprendimiento familiar que “cumplió un ciclo”.

Cierra Dilsa, histórica ferretería e ícono del Puerto de Mar del Plata
(Fotos: QUÉ Digital)

En la esquina de 12 de octubre y Acha, una ferretería con más de 76 años de historia cierra sus puertas. Luis -su propietario, más conocido como El Gallego- cuenta que lo que nació como el negocio de su padre hoy “cumplió un ciclo”. Dilsa es una ferretería clásica de la zona, un comercio que vio pasar muchos momentos históricos del Puerto de la ciudad. Para El Gallego, el cierre del local no tiene que ver con la crisis; se da como un paso lógico, impulsado por cuestiones personales y de salud.

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Luis Fernández, a sus 68 años, hoy está solo atendiendo la ferretería -esa que llama la atención de los transeúntes por la frase “liquidación por cierre”, que invita a entrar en busca de algún que otro artefacto o solo para preguntarle a El Gallego: “¿Qué pasó?”- y en la que mientras algunos artículos mantienen su precio, el espacio -lleno de historias- de a poco se prepara para cerrar sus puertas definitivamente.

El Gallego como lo conocen todos en el Puerto, pasó muchos años de su vida atendiendo la ferretería Dilsa, ubicada en la esquina de 12 de octubre y Acha. Como un negocio familiar, el local fue y todavía es, parada obligada para los trabajadores del sector portuario.

“Cumplió un ciclo”, sintetiza Luis al tratar de explicar el porqué del cierre. Y cuenta que durante los próximos días seguirá rematando todo lo que tiene, hasta finalmente bajar las persianas. Aunque para este personaje conocido en la zona no resulta nada fácil dejar aquello a lo que le dedicó la vida, a sus 68 años asegura que cuestiones de salud y personales lo llevaron a tomar la decisión.

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“A veces mi mujer me dice de ir a tomar un café y no puedo por tener que estar acá”, explica el comerciante que -ya lejos de aquellos años en lo que toda la familia se turnaba para atender detrás del mostrador- hoy entiende que es necesario cerrar las puertas del lugar que fue, también, su hogar, para abrirse camino hacia nuevos horizontes.

La historia de Dilsa nació con el padre de Luis, quien comenzó con el negocio que luego se transformó en un emprendimiento atendido por la familia entera. Durante años, uno podía ir a buscar desde clavitos para la pared hasta algún elemento específico para el arreglo de alguna máquina, en alguna fábrica de pescado. Lo interesante de Dilsa es que la ferretería tiene la cuenta bancaria más vieja (con 61 años) de la sucursal del Banco Nación del Puerto; incluso Luis asegura que desde la misma entidad le dieron un diploma que constata que su comercio mantiene el particular récord.

Para Luis El Gallego Fernández, el “cosito del coso”, la visita de un vecino en busca de un artículo para arreglar vaya uno a saber qué o la rutina de levantarse y abrir el local, hoy ya forman parte de su historia, de la historia de un ferretería tradicional, de un emprendimiento familiar que casi ochenta años después decide cerrar sus puertas y bajar las persianas, pero no por la crisis, sino por la necesidad de ir en busca de un nuevo horizonte, algo que Luis, con sus 68 años de edad, decidió permitirse este año.

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24/02/2019