Elecciones, ultraderecha y negacionismo: “Revictimizan a los sobrevivientes”
El análisis de organismos de derechos humanos marplatenses sobre los discursos potenciados tras la victoria en las PASO de Javier Milei.
“La negación del genocidio es muy preocupante para una sociedad que presumía de haber consolidado el compromiso del Nunca Más en lo referente a la violación de los derechos humanos”, define Fernando Martínez Delfino, integrante de la organización Familiares de Detenidos Desaparecidos por Razones Políticas, ante el crecimiento de mensajes negacionistas de los aberrantes crímenes de lesa humanidad cometidos por la última dictadura cívico militar, potenciados ante el avance de la ultraderecha en el tablero electoral de la mano de Javier Milei. Y, por ello, desde el Colectivo Faro de la Memoria entienden que se “amenaza así un proyecto de país que no resignará los logros institucionales que garantizan más derechos y más libertad”.
“No fueron 30 mil los desaparecidos” fue una de las frases que usó el domingo pasado Milei en el debate presidencial rumbo a las elecciones generales del 22 de octubre y esa definición terminó por evidenciar el crecimiento de los mensajes negacionistas que se volvieron a escuchar con más impacto en el último tiempo de la mano de su avance electoral.
Que “no fueron 30 mil los desaparecidos” por la represión ilegal de la dictadura sino “8.753” y que existe una “visión tuerta de la historia” porque “durante los ’70 hubo una guerra, donde las fuerzas del Estado cometieron excesos” terminaron por completar el combo de afirmaciones de Milei -quien se impuso en las elecciones primarias de agosto- que potenciaron el dolor y el repudio de diversos sectores de la sociedad, entre ellos familiares de víctimas del terrorismo de Estado.
Fernando Martínez Delfino es sobreviviente de la última dictadura. Su hermano, Eduardo, fue detenido en julio de 1976, visto por testigos en el centro clandestino de detención conocido como La Cueva y desde entonces permanece desaparecido. Desde ese doble lugar de víctima, el exmilitante de la Juventud Peronista, desde 1979 forma parte de la asociación de Familiares de Detenidos y Desaparecidos.
El contexto creciente de discursos negacionistas llevó a Delfino a expresarse, a definir que el negacionismo “es una actitud que consiste en la negación de determinadas realidades y/o hechos históricos o naturales relevantes” y a expresar que la negación de la definición de 30 mil desaparecidos “no sólo afecta la memoria de las víctimas, sino que ofenden y revictimizan a los sobrevivientes directos e indirectos de las personas afectadas”.
En ese sentido, repara en que Milei y su fuerza “reivindican lo actuado por los integrantes de las fuerzas armadas de la última dictadura militar” y alerta, de cara a las elecciones generales, que esa visión de “negación del genocidio es muy preocupante para una sociedad que presumía de haber consolidado el compromiso del Nunca Más en lo referente a la violación de los derechos humanos”.
Y analiza: “Parece increíble que siendo Argentina un país pionero a nivel mundial en el juzgamiento a los responsables de las dictaduras militares que asolaron los países del cono sur de América en la década del ’70, y a pocos meses de cumplir 40 años de democracia ininterrumpida, por primera vez en su historia haya partidos políticos que nieguen la esencia del consenso democrático acordado por la sociedad a la salida de la dictadura”. Además, considera como una “asignatura pendiente de la actual democracia” la sanción de una “ley contra el negacionismo”.
En ese punto coinciden desde el Colectivo Faro de la Memoria desde donde analizan que con las posturas negacionistas expresadas “se busca minimizar la condena social a los responsables del terrorismo de Estado, con todo el horror que implicó y que aún hoy mantiene sus consecuencias” y entienden que el negacionismo “amenaza así un proyecto de país que no resignará los logros institucionales que garantizan más derechos y más libertad”.
Desde el espacio también repudiaron definiciones dadas por la candidata presidencial de Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich, durante el primer debate del domingo pasado. “Nuestra sociedad no puede dar ni un paso atrás, porque lo que está en juego son nuestros derechos actuales y nuestra democracia”, destacan.
Y enfatizan: “Secuestrar personas; torturarlas, violarlas, asesinarlas; apropiarse de los bebés de las mujeres a quienes hicieron parir en cautiverio en los centros clandestinos de detención, para jamás confesar a quienes se los entregaron; arrojar personas vivas al mar o al río; incinerar cadáveres; saquear las casas de los secuestrados, robarse todos sus bienes; destruir las pruebas de todos estos delitos; perseguir a quienes buscaban a sus familiares; obligar al exilio a miles de personas; mantener a la población bajo amenaza; censurar la cultura en todas sus expresiones; anular derechos laborales; destruir la economía nacional; son delitos juzgados y condenados”.
