Fernández Garello, procesado: “Es imposible que no supiera”
En la semana en que se conoció la decisión judicial de avanzar en la investigación por delitos de lesa humanidad contra el fiscal general, desde la Comisión Provincial por la Memoria analizaron la documentación hallada en su contra.
La Comisión Provincial por la Memoria (CPM) tiene un papel fundamental en la causa que investiga al fiscal general de Mar del Plata, Fabián Fernández Garello, en el marco de la cual esta semana fue procesado por delitos de lesa humanidad. Es que todo se inició en 2016 cuando el organismo presentó ante la Justicia documentos del archivo de la Dirección de Inteligencia de la Policía de la Provincia de Buenos Aires (Dippba), de la cual formó parte el funcionario judicial durante la última dictadura militar.
En el marco del procesamiento por el secuestro y tortura de tres militantes comunistas y también teniendo en cuenta la reciente presentación ante la Justicia de nuevos documentos -que lo involucrarían en el secuestro de Mario Ramírez Medina, un ciudadano paraguayo ocurrido el 9 de febrero de 1979 y en acciones de espionaje e infiltración sobre una familia de ciudadanos chilenos ocurrida entre 1978 y 1981- Sandra Raggio, integrante de la mesa ejecutiva de la CPM, brindó una análisis global de los archivos de la Dippba detectados respecto a Fernández Garello.
“Fernández Garello tenía conexión con al menos dos lugares que eran centros de detención”, planteó al tener en cuenta que se desempeñó en la delegación San Martín de la Dippba y mencionó así la comisaría de Tres de Febrero y la Brigada de San Martín, y reparó en que durante aquellos años “la delegación San Martín trabajaba para Campo de Mayo, que sabemos lo que fue como centro clandestino de detención”.
“Fernández Garello le informó al área 490 del Ejército que operaba en Campo de Mayo la detención, el secuestro, del ciudadano paraguayo. Esto es para entender dónde operaba Fernández Garello. No era que no sabía lo que estaba haciendo, en qué marco se daban los allanamientos que firmaba, esas detenciones y qué tipo de detenciones eran, y adónde los llevaban, que era a los centros de detención para que los torturaran”, planteó Raggio en su paso por Mar del Plata donde la CPM volvió a reclamar que aparten al fiscal de su cargo.
En este marco, profundizó respecto a las tareas de inteligencia llevabas a cabo por la Dippba. “Inteligencia identificaba blancos, lo dice el Plan Cóndor. Garantiza que el blanco sea el que era investigado, capturado y potencialmente eliminado. La acción de inteligencia de Fernández Garello operaba en el marco de la acción del centro clandestino y grupo de operación de Campo de Mayo y, además en el marco del Plan Cóndor, como el caso del ciudadano paraguayo. Esta es la gravedad”, remarcó al hacer referencia a los documentos analizados y elevados a la Justicia.
Y, en este sentido, cuestionó que en relación a su rol dentro de la Dirección de Inteligencia de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, el funcionario judicial haya declarado que desde junio de 1978 trabajó en la dependencia de San Martín “censando chilenos porque era el momento en el que venía la guerra con Chile”.
“Hicimos un primer trabajo durante seis meses identificación de 700 chilenos, que me significó una felicitación, que lo acompañé en mi descargo para que se vea el trabajo”, había declarado Fernández Garello tiempo atrás cuando se iniciaron las denuncias en su contra y puntualizó: “A lo largo de tres años terminé censando alrededor de cinco mil residentes chilenos y después me fui a trabajar a Asuntos Judiciales, en diciembre de 1981”.
En este sentido, la representante de la CPM apuntó: “No puede decir que él estaba censando ciudadanos chilenos, porque él estaba en la delegación San Martín, que fue una delegación muy activa”. Y sumó: “El comisario que lo felicita a Garello por este ‘censo’ es Bustos, condenado por delitos de lesa humanidad”.
En este marco, desde la CPM pidieron “tener dimensión de los delitos y de dónde operaba Fernández Garello”.
Asimismo, Roggio planteó: “Supongamos que él no sabía, hoy como fiscal general tendría que haber aportado a la Justicia todo lo que en su momento pudo ver y no darse cuenta de lo que se trataba. Es imposible, por cómo están formulados los informes, que él no supiera qué estaba informando”.
