Sábado 11 de mayo | Mar del Plata
10/05/2023

Piden a Montenegro una mesa de diálogo por El Marquesado: “El 95% de la tierra es apta”

El Movimiento de Trabajadores Excluidos entregó un petitorio y remarcó que el impacto ambiental del proyecto será positivo.

Piden a Montenegro una mesa de diálogo por El Marquesado: “El 95% de la tierra es apta”
(Fotos: archivo / Qué digital)

A una semana del conflicto desatado por el ingreso de un tractor al predio de El Marquesado donde el Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) busca desarrollar un proyecto agroecológico a partir de la cesión de las tierras por parte del gobierno nacional, desde la organización presentaron un petitorio este miércoles para convocar al intendente a una mesa de diálogo y presentar los fundamentos del proyecto que “tendrá impacto tanto a nivel nacional como local” en el desarrollo rural.

A partir de un estudio satelital e in situ, este miércoles declararon que “el 95% de la tierra es apta la producción” y que el impacto ambiental “será positivo” mientras continúan los estudios a cargo de un grupo de investigadores. El arquitecto Fernando Cacopardo, investigador de Conicet, declaró que se trata de un proyecto “único” que cuenta con el apoyo científico de redes de alcance nacional. La voz de una de las productoras, trabajadora del cordón frutihortícola.

Luego del conflicto desatado en la última semana, quienes integran el proyecto agroecológico presentaron un petitorio formal a Montenegro en busca de generar una instancia de diálogo e intercambio para exponer allí los alcances del proyecto que “ya cuenta con factibilidad de uso productivo del suelo”, según declararon.

En el marco de una conferencia de prensa, el arquitecto Cacopardo -docente de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional de Mar del Plata (UNMdP) e investigador de Conicet especializado en problemáticas productivas en territorios periurbanos-, aseguró que el proyecto cuenta con al apoyo de redes científicas de alcance a nivel local y nacional con centros de investigación del Conicet en Buenos Aires, La Plata, Córdoba, Bariloche y Tucumán.

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Si bien en una primera instancia reparó en el trabajo científico a nivel local desde el Conicet, con trabajos en la zona periurbana y barrios populares de Mar del Plata “desde hace 20 años”, Cacopardo aseguró que “esta vez es distinto” a partir del apoyo de centros de investigación de todo el país que permiten demostrar que “el predio es totalmente productivo”.

En ese sentido, explicó que el proyecto se trata de un desarrollo “apuntado a proteger a un cinturón agroecológico frutihortícola que sin una norma o política pública está en riesgo“. Y destacó los alcances de ese desarrollo tanto a nivel local como nacional a partir de la “importancia que tiene en este momento” la producción de verduras y alimentos sin químicos: “Eso es indiscutible a nivel nacional y planetario. Queremos fundamentar y argumentar la importancia de este proyecto y nuestra voluntad de diálogo”.

EL AVANCE DE LOS ESTUDIOS DE FACTIBILIDAD E IMPACTO AMBIENTAL

En esa misma línea sumó su declaración el sociólogo, doctor en Desarrollo Rural y docente de la UNMdP, Roberto Cittadini, quien aseguró que el conflicto por el uso y explotación de las tierras escaló a un nivel de conflicto “no deseado e innecesario”.

En ese sentido, remarcó la necesidad de una instancia de diálogo con Montenegro en donde se pueda “explicar bien de qué se trata el proyecto y la alianza entre un equipo técnico-científico y el movimiento social que lo está llevando a cabo”.

Destacó el “gran potencial” para desarrollar un modelo alternativo de producción basado en la sustentabilidad y agroecología “con una combinación de actividades” que permitan generar alimentos de calidad e incluso poner en valor paisajes hasta “generar visitas turísticas en el predio”.

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“Se está apuntando a una producción sana pero también a las energías alternativas y a un impacto de belleza en el paisaje”, detalló. Y en cuanto a los estudios factibilidad de uso productivo del suelo, aseguró que fueron completados y desmintió las afirmaciones que no había posibilidad de producción.

En concreto, detalló que se llevaron a cabo dos estudios: uno de ellos a través de imágenes satelitales y otro in situ a través de una recorrida de expertos. A partir de los resultados “se muestra que el 95% de la tierra es apta para producir y hay un 20% más ganadero”.

Por otro lado, en lo que hace al estudio de impacto ambiental, aseguró que continúa llevándose a cabo aunque aclaró que el enfoque del proyecto se basa en la agroecología sin uso de agroquímicos por lo que “el impacto ambiental está asegurado, de antemano, que va a ser positivo“.

En el plano ambiental detalló además que prevén trabajar con biodigestores para los desechos, con compostaje y reciclaje de nutrientes “generando un impacto positivo también en la emisión de gases de efecto invernadero”.

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LA VOZ DE UNA PRODUCTORA

Johana Burgos es una de las productoras del cordón frutihortícola de Mar del Plata que forma parte del proyecto. Al momento de dar su palabra, se refirió al contexto socioeconómico actual que atraviesa a muchas y muchos de los pequeños productores y que hace no solo a la dificultad para acceder a la tierra -concentrada en manos de unos pocos- sino también del acceso a una vivienda digna para poder trabajarla.

“Para nosotros significa mucho este proyecto porque vendría a solucionar la vida de trabajo de muchos productores que hoy en día trabajamos de manera precaria tanto a nivel de la vivienda como de producción. Significaría muchísimo también para la salud tanto del productor como del consumidor”, explicó como parte de la alternativa que, basada en la agroecología, apunta en términos generales a garantizar la soberanía alimentaria.

Sobre esa misma realidad que atraviesa a los pequeños productores, detalló que la mayoría trabaja arrendando las tierras o a porcentaje con los terratenientes de ellas: “Para nosotros es imposible contar con un pedazo de tierra. Con la inflación de hoy en día no se puede comprar ni un kilo de pan, mucho menos acceder y comprar tierra”.

En total, detalló que el proyecto beneficiaría a 30 productores -más allá de las cien familias iniciales contempladas desde el MTE- de Mar del Plata y Batán del cordón frutihortícola que hoy trabajan la tierra desde Colonia Barragán, Batán, la Laguna y Sierra de los Padres y los productores de la zona de Chapadmalal.

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10/05/2023