Manantiales: fracasaron tres audiencias de conciliación por el espacio abierto por vecinos
A más de un año de dictada una orden de desalojo, el concesionario y la asamblea vecinal se reunieron a instancias de la Justicia. También participó el Municipio.
A más de un año de la resolución judicial que ordenó desalojar un espacio de la Unidad Turística Fiscal (UTF) Arroyo Lobería que fue abierto al público por una asamblea vecinal al denunciar condiciones de abandono en las que lo mantenía la empresa concesionaria del balneario Manantiales, tres audiencias de mediación se llevaron adelante ante la Justicia Civil que terminaron por fracasar ante la falta de acuerdo. Desde el espacio vecinal Luna Roja apuntaron que la firma insiste con alambrar y cerrar el acceso a ese espacio.
Las audiencias entre representantes de la asamblea vecinal Luna Roja, la empresa Rivan SA y el Ente Municipal de Turismo y Cultura (Emturyc) se llevaron a cabo el 5, 12 y 26 de abril a instancias del Juzgado Civil y Comercial N°1 que entiende en la causa abierta por la concesionaria.
Sin embargo, tras los cuartos intermedios previos, el último encuentro terminó sin acuerdo por lo que se dio por terminada la negociación y la causa se mantiene tal como estaba, es decir, con la última resolución que ordenó a principios de 2023 el desalojo del espacio, que además de ser abierto a la comunidad fue puesto en valor por la asamblea, pero que rechazó un pedido para que que se usara a la Policía para “posibilitar el cerramiento del predio”.
Tal como publicó Qué digital, el origen del conflicto se remonta a enero de 2021 cuando la asamblea vecinal Luna Roja inició un plan de lucha y de reclamos públicos contra irregularidades cometidas por distintos balnearios ubicados sobre la Ruta 11 sur, a la altura de Chapadmalal, entre ellos Manantiales.
Fue en ese contexto que a lo largo de ese año se iniciaron distintas acciones vecinales para la recuperación de espacios de la UTF concesionada al denunciar incumplimientos del pliego vigente y al exponer espacios que se encontraban en desuso y abandonados por la empresa.
El espacio motivo de disputa en la amplia UTF ubicada en el kilómetro 540 de la Ruta 11 y en medio de la Reserva Forestal Paseo Costanero Sur es una vieja capilla devenida en depósito.
Tras haber fracasado la instancia de conciliación, desde la asamblea vecinal dieron a conocer que Manantiales “obtuvo la aprobación del Emturyc para alambrar y cerrar el acceso al parque público recuperado por la gestión comunitaria” con lo que entendieron es una “excusa” de “realizar una obra pública que abarcaría solo el 2% de las siete hectáreas que ocupa la parte privada con afanosa discriminación social”.
Respecto a la falta de acuerdo en las audiencias, en un comunicado explicaron que ello se dio porque “la empresa pretende cerrar el acceso definitivamente, realizar la obra y dejar luego para el uso público sólo un pequeño triángulo anexo a la Ruta 11″.
En ese sentido, consideraron que “esta parcelita, correspondiente al anterior quemadero clandestino de residuos de la empresa, no representa más del 2% del área de la UTF, contrariando la disposición legal de gestionar el 100% como un parque público que distinga las áreas de uso arancelado”.
“Tiene sabor a injusticia y a robo que Manantiales Club de Mar pretenda que el único espacio público sea su ex quemadero de residuos, una esquinita correspondiente al 2% de la unidad, sin salida al mar ni al arroyo, lejos de los clientes”, entendieron y sumaron: “Nadie discute que pueda haber costosos servicios arancelados en Manantiales Club de Mar. Tampoco nadie debería discutir que pueda haber plazas, caminos y bosques para el encuentro público”.
A su vez, plantearon que de acuerdo al pliego de concesión “la transitabilidad por el predio fiscal debiera estar asegurada como parte del desarrollo del parque público” y definieron que “en el devenir de los 34 años de historia de este balneario, los únicos espacios públicos de Manantiales son los recuperados del abandono de la empresa en 2021 por la comunidad”.
En ese sentido, recordaron que en tres oportunidades la empresa “intentó alambrar con el fin de cerrar el acceso al parque público” y que “las tres oportunidades fueron rechazadas por la comunidad de Chapadmalal que concurrió colectivamente para impedir la colocación del alambrado”.
