“Nuevo Viento”, un buque con un antecedente de desapariciones en altamar
Se trata del mismo buque del que en 2020 cayó al mar Matías Luri, quien desde entonces permanece desaparecido. Cómo siguió su causa.
Desde el sábado, la Prefectura Naval Argentina y pesqueros que están en la zona buscan en la costa de Puerto Madryn a Gabriel Ferreyra, un marinero necochense que desapareció en medio de una marea a bordo del buque marplatense “Nuevo Viento“: se trata de un fresquero con un antecedente similar en 2020, con la desaparición de Matías Luri. Qué sucedió en ese caso.
El sábado Gabriel Ferreyra cayó desde la cubierta de “Nuevo Viento” y, tras la denuncia de la desaparición por parte del capitán, se inició un operativo de búsqueda y rescate frente a la costa de Puerto Madryn, coordinado desde Comodoro Rivadavia con apoyo de un avión, un guardacostas, un helicóptero y buques que pescan en la zona.
En paralelo, se inició una causa judicial por lo sucedido, a cargo del Juzgado Federal N°2 de Rawson. La familia, en tanto, exige a las autoridades a cargo que no se detenga la búsqueda.
La desaparición de Ferreyra remite directamente a un antecedente ocurrido en el mismo buque, pero en 2020. Qué pasó y cómo sigue ese caso, tres años después.
En la noche del 7 de marzo de 2020, horas después de que el buque saliera de Mar del Plata, a 47 millas de Quequén y a unos 153 kilómetros de Mar del Plata, Matías Luri cayó al agua. Su falta fue notificada a las 21.20 y en ese momento comenzó su búsqueda, que se extendió durante ocho días con el despliegue de unidades, aunque formalmente se dio por finalizada el 6 de agosto por parte de la Prefectura.
En ese entonces, la SRL Nuevo Viento -armadora del buque- denunció la desaparición ante la aseguradora de riesgos del trabajo Galeno. Sin embargo, al día de hoy, la ART todavía no respondió por sus responsabilidades de abonar una indemnización a las víctimas. Lo hizo, en ese caso, argumentando que su desaparición no habría sido producto de un accidente, a pesar de la denuncia presentada por el empleador.
En consecuencia, considerando que en muchos casos los marineros son quienes aportan los ingresos en las familias, y todo lo que representa no solo la desaparición física sino también términos socioeconómicos, la familia debió realizar un juicio contra la empresa armadora y la aseguradora, actualmente en trámite en el Juzgado Federal N°4 de Mar del Plata.
“SUCEDE POR LAS DEFICIENTES MEDIDAS DE SEGURIDAD”
“Se embarcó en perfectas condiciones de salud y falleció en altamar a las órdenes de su empleador responsable, por lo tanto se trata de un accidente de trabajo. Más allá de que la empresa y la aseguradora lo nieguen, el siniestro sucede por las deficientes medidas de seguridad a bordo del buque”, denunció el abogado de las familias, Nicolás Schick.
Además, el abogado reveló que la víctima percibía la mitad de su sueldo de manera no registrada, situación acreditada -asegura- por el propio personal del buque, una realidad crónica en la pesca embarcada y que impacta directamente al momento de reclamar reparaciones. Así, advirtió que el pago de esas sumas salariales por fuera del convenio “supone una drástica reducción en la reparación a cargo de la ART y la empresa”.
Por otro lado, de la misma manera que sucede en otros casos como los de los tripulantes desaparecidos en hundimientos (en el Repunte, tardaron casi cinco años en obtenerlos), la familia de Matías Luri, a tres años del suceso en el Nuevo Viento, ni siquiera tuvo acceso al certificado de presunción de fallecimiento, un documento que les permite a las familias tramitar las correspondientes pensiones ante el Estado.
