Playas: tras un relevamiento, nuevos pedidos por la contaminación y la accesibilidad
El Partido Socialista realizó un relevamiento de doce playas en las que, por ejemplo, en más de la mitad no encontraron tachos de basura.
Como parte de un segundo relevamiento del estado de los espacios públicos, el Partido Socialista (PS) de Mar del Plata presentó un informe luego de relevar el estado de doce playas de la ciudad en plena temporada de verano a partir de distintos indicadores como la accesibilidad, seguridad, calidad ambiental, calidad higiénica e instalaciones. Tras los resultados -entre los que se destacan la falta de accesibilidad para personas con discapacidad, la presencia de colillas en la mayoría de las playas y la falta de tachos de residuos-, reclaman a las autoridades la puesta en marcha de un “plan de mejoras” y campañas de concientización.
Luego de un primer informe en el que advirtieron juegos en mal estado, poca accesibilidad y falta de baños en la mayoría de las plazas de Mar del Plata, el socialismo local realizó un nuevo estudio enfocado en la zona costera de General Pueyrredon sobre las playas públicas del Complejo Chapadmalal (hotel 5), Barranca Los Lobos, El Alfar, Punta Mogotes (balneario 71), Playa del Puerto, Playa Grande, Las Toscas en La Perla, Bahía Estrada, Playa Parque Camet, Playa Félix U. Camet y San Eduardo del Mar.
Titulado como “#Mardelplaya” y abarcando zonas costeras de jurisdicción municipal principalmente pero también nacional y provincial, desde el espacio político publicaron las conclusiones de su relevamiento en los últimos días y, además, lo pusieron a disposición del gobierno local y del Concejo Deliberante junto a una serie de propuestas de políticas públicas.
El diagnóstico se realizó a partir de la observación y de encuestas a la población con un enfoque puesto en la “Gestión Integrada de Zonas Costeras” que apunta la implementación de políticas de desarrollo sostenible del ambiente y los recursos de la costa.
Así, para evaluar la calidad ambiental, estética e higiénica de las playas, por ejemplo, se realizó una “evaluación visual” del agua con puntuaciones de uno a cinco y se utilizaron parámetros de análisis respecto a la basura de origen animal, desechos de plantas, aceite, olor y desechos de origen de humano. Para evaluar la calidad de la arena, de manera similar, también se utilizaron como parámetros los distintos tipos de residuos.
Entre otras de las variables que hacen al estado de las playas, se enfocaron en los “servicios e instalaciones públicas” a partir de aspectos como la seguridad, bebederos, duchas, sombrillas y hamacas, tachos de basura con recolección diferenciada, colilleros, instalaciones para las infancias, accesos para personas con discapacidad, instalaciones sanitarias y cartelería sobre el cuidado del ambiente, entre otros ítems, y los diferenciaron como “básicos” (aquellos que no deberían faltar en ninguna playa) o importantes (que aportan un “plus” de calidad).
En cuanto a las principales conclusiones, el informe relevó condiciones “moderadas a excelentes” para la mayoría de las playas en torno a la disponibilidad de la arena. Sin embargo, en términos de seguridad destacaron que en la zona de acantilados “es importante contar con señalización pertinente para evitar accidentes por derrumbe”.
La valoración positiva en las encuestas se extendió a la calidad estética e higiénica del agua aunque “en algunos casos es necesario reforzar la contención de la salida de los pluviales“, advirtieron. Por el contrario, en lo que hace a la calidad estética e higiénica de la arena se relevaron condiciones “moderadas a malas” para la mayoría de las doce playas en las que se encontró basura de origen humano, principalmente colillas de cigarrillo.
En ese sentido, desde el espacio político asociaron este punto a la “falta de tachos y colilleros” como también de cartelería que “fomente el cuidado ambiental”. En concreto, solo una de las doce playas analizadas tenía colilleros y advirtieron por el “daño ambiental altísimo” que producen las colillas al poder contaminar cada una decenas de litros de agua.
“La presencia de colillas en la arena se observa a simple vista por lo que es necesario realizar campañas de concientización entre los ciudadanos así como instalar colilleros que permitan su descarte”, expresaron a través del informe en el que además relevaron que en más de la mitad de las playas no hay tachos de basura por lo que “es muy común encontrar envoltorios, bolsas y plástico” en la arena.
A su vez, solo en una de las playas se identificaron tachos con bolsas verdes para la separación de residuos y reclamaron al Municipio garantizar el “cumplimiento de las ordenanzas” referidas a la recolección diferenciada, como primera medida, con la instalación de tachos y cartelería que explique cómo llevarla a cabo.
En cuanto a las instalaciones sanitarias, el relevamiento halló que poco más de la mitad de las playas relevadas tiene baños y, en algunos casos, se trata de baños químicos. Por el contrario, ninguna de las playas posee duchas o lavapies, un aspecto que consideraron como importante al pensar en el “cuidado e higiene”.
Además, hicieron énfasis en que de las doce playas, en ninguna se identificó la presencia de bebederos y sostuvieron, en ese sentido, que el acceso al agua potable “es fundamental para la salud de las personas, sobre todo para la buena hidratación en épocas de altas temperaturas”.
Respecto a la vigilancia y la seguridad en playas, en todas identificaron la presencia de guardavidas en el horario de 8 a 20. Y, en lo que hace a las instalaciones para las infancias, solo se identificó infraestructura de este tipo en el Complejo Turístico de Chapadmalal mientras que en ninguna de las doce playas se relevaron instalaciones para la práctica del deporte.
En materia de accesibilidad, indicaron que en diez de las doce playas, por otro lado, no tienen accesos o “instalaciones apropiadas” para las personas con discapacidad o movilidad reducida. Es que, más allá de la necesidad de contar con rampas de acceso y caminos para el traslado hacia la arena, desde el espacio remarcaron la importancia de contar con elementos como las sillas anfibias para garantizar el acceso al mar.
Por último, el informe destacó dificultades en el acceso a las playas ante, por ejemplo, la falta de espacios de estacionamiento para personas con discapacidad o espacios de estacionamiento para bicicletas o la instalación de bicicleteros.
Tras el diagnóstico trazado y más allá de las distintas jurisdicciones que hacen a las playas inspeccionadas, desde el Partido Socialista consideraron necesaria la puesta en marcha de un “plan de mejoras” municipal, la necesidad de realizar relevamientos estratégicos de los espacios públicos de Mar del Plata y crear una “guardia ecológica costera” de limpieza y promoción además de implementar medidas referidas a la información turística, y aspectos culturales y deportivos.
También propusieron crear un “esquema integral” de playas públicas de Mar del Plata para su explotación sustentable en donde “se contemple la instalación de infraestructura apropiada para la accesibilidad, integración y promoción de la salud”.
