Salario básico universal: una propuesta ante la crisis que se suma al debate político
De qué se trata el proyecto de un sector del Frente de Todos, ya rechazado por el presidente. En Mar del Plata organizaciones realizarán asambleas y delinean un plan de lucha.
“Salario básico universal”, “Renta básica” o “Ingreso mínimo” son las distintas denominaciones que tiene un proyecto que busca que todos los habitantes de un país partan desde la misma base de ingresos, una medida que apunta a garantizar no solo la supervivencia de sectores más afectados por la crisis capitalista, sino también amortiguar la conflictividad que podría generar la miseria o la informalidad laboral y apuntalar de alguna manera el consumo de quienes hoy no aportan a la rueda económica o lo hacen en menor medida. El debate llegó al Congreso Nacional y desde este miércoles, también, a Mar del Plata.
Como el impuesto a “las grandes fortunas”, el de la renta básica es un debate que se da a nivel mundial, al punto tal que en 2020, dos meses después de la irrupción de la pandemia de coronavirus, en España el gobierno aprobó el “Ingreso Mínimo Vital”, con un potencial alcance mensual de más de 2 millones de personas “en pobreza extrema” y que se mantiene en 2022 ante la crisis de la guerra en Ucrania y la inflación mundial.
En ese mismo período -que agravó una crisis que ya venía manifestándose en Argentina- a nivel nacional, el gobierno de Alberto Fernández solo dispuso de tres cuotas del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) a lo largo de 2020 y, tras un 2021 sin mayores ingresos extraordinarios para los más afectados por la crisis, en 2022 con la irrupción de la guerra de Ucrania y la inflación, dispuso un “Refuerzo de ingresos”.
Sin embargo, el debate por el salario básico estaba pendiente y, ante la persistencia de la crisis económica -y, puntualmente, política en el seno de la coalición gobernante- sectores del Frente de Todos lo impulsan en el Congreso Nacional y, en paralelo, también de debate en los barrios.
¿DE QUÉ SE TRATA EL PROYECTO?
En mayo, diputados y diputadas del Frente de Todos como Itaí Hagman, Natalia Zaracho, Leonardo Grosso y Federico Fagioli presentaron su proyecto de ley para instaurar un “Salario Básico Universal (SBU)”.
El SBU estaría destinado a desocupados, trabajadores de la “economía informal”, personas inscriptas en la categoría A del Régimen Simplificado de Pequeños Contribuyentes o se encuentren inscriptas en el Régimen de Inclusión Social y Promoción del Trabajo Independiente”.
También alcanza a quienes trabajen en relación de dependencia con registro de aportes al Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), quienes se encuadren en el Régimen de Trabajo Agrario, y trabajadores del Régimen Especial de Contrato de Trabajo para el Personal de Casa Particulares.
Entre los requisitos, se establece ser argentino o residente de más de dos años, tener entre 18 y 64 años, no percibir ingresos por otros programas como Progresar o Tarjeta Alimentar o jubilaciones. Todos ellos, además, quedarán inscriptos en un registro nacional.
Según calculan sus autores, la iniciativa podría alcanzar a unas 9 millones de personas, es decir, un número similar al que cobró el IFE durante el primer año de pandemia.
¿Cuánto se prevé que sea el monto del SBU? En principio sería equivalente a la Canasta Básica Alimentaria (CBA) para un adulto -en mayo era de $14.401-, y será del 100% para quienes estén en peores condiciones, pero se prevé que sea de 50% de ese monto para otros beneficiarios como aquellos de la categoría A del Régimen Simplificado de Pequeños Contribuyentes.
Además, se establece un límite de cobro de hasta dos CBA en concepto de SBU por grupo familiar, y será compatible con el régimen de Asignaciones Familiares. Además, se prevé que como “contraprestación” a lo largo del año se constate por parte de los beneficiarios alguna actividad como finalización de estudios, talleres de formación, capacitaciones o actividades sociocomunitarias.
Si bien en su artículo 14° el proyecto establece que el financiamiento será atendido por recursos del Tesoro Nacional, los legisladores reconocen que demandaría “un monto significativo” en materia fiscal pero que “no es inviable” y que el inicio del debate tiene que ver también con pensar de qué manera se financia.
El costo fiscal anual bruto que calculan los legisladores es de un 2,1% del Producto Interno Bruto (PIB), lo que equivale a aproximadamente $1,5 billones de pesos, a valores de 2022, aunque también calculan que si se suma “la estimación del retorno fiscal generado por el propio SBU”, es decir, lo que “devolverían” a partir del consumo, el costo fiscal neto sería de 0,9% del PIB.
APOYOS Y RECHAZOS AL PROYECTO EN EL PROPIO OFICIALISMO
Entre los fundamentos, el legislador Hagman sostiene que “actualmente, el empleo no garantiza ingresos suficientes para la reproducción de la vida en sociedad, sobre todo en economías con estructuras productivas y ocupacionales heterogéneas, caracterizadas por altos niveles de precariedad, como la que existe en nuestro país”, y señaló que más allá de tener ingresos estables y en blanco, es posible permanecer por debajo de la línea de la pobreza.
Frente a ello, manifestó que “las transferencias de ingresos por parte del Estado son un mecanismo de reparación de injusticias que se producen en el mercado laboral”.
El proyecto cuenta con apoyos dentro de la coalición gobernante y sectores afines, como el Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) comandado por Juan Grabois. Sin embargo, el salario básico universal cuenta con un rechazo determinante: el del presidente Alberto Fernández y su “nuevo” equipo económico a cargo de Silvina Batakis.
Así lo deslizó la vocera Gabriela Cerrutti en la conferencia del jueves pasado en Casa Rosada. La vocera presidencial dijo que que ya hay “cuestiones” similares vigentes como la asignación universal (AUH) o el Progresar pero que de todos modos “todo es motivo de estudio”. No obstante, fue contundente en el rechazo oficial y por parte de la propia Batakis: “No está la posibilidad en este momento por las cuentas argentinas de avanzar con un proyecto así. Eso es lo que dijo la ministra anoche”, dijo en referencia a una entrevista televisiva en la que se le planteó el tema.
Silvina Batakis. (Foto: Gustavo Amarelle / Télam)
Es que, frente a un gobierno debilitado en su autoridad a partir de la crisis y la interna que mina la propia gestión, el cambio de nombres -aunque no tanto de rumbo- en Economía no parece incluir recetas alejadas de la ortodoxia y el programa del Fondo Monetario Internacional (FMI) a la hora de buscar una salida y mejorar la situación de familias que ven cómo su poder adquisitivo se reduce día a día.
EL DEBATE LLEGÓ A MAR DEL PLATA
El debate está planteado y ahora también buscan que el tema se lleve “a la calle”. Por eso, desde el MTE llevarán adelante este miércoles asambleas en todo el país –también en Mar del Plata-, con el objetivo de “pedirle al presidente un Salario Básico Universal de 15 mil pesos”. Para hacerlo, además, crearon una petición que se puede firmar a través de la web.
En el marco de la convocatoria, desde la organización afirmaron que hay más de 7 millones de personas que en Argentina trabajan sin un salario fijo. “Es hora de que nos vean”, señalan.
Como parte de ese pedido al gobierno nacional, este miércoles las asambleas del MTE serán en Mar del Plata desde las 14 en los barrios: Libertad (plaza 216), Las Heras (plaza del barrio), San Jacinto (calle 433 entre 22 y 24), Nuevo Golf (Cerrito y la 65), Belisario Roldán (Roca y 190), Camet (Godoy Cruz y Costa Azul ), Autódromo (plaza del barrio), 2 de Abril (Cisneros y Falconier), El Martillo (William Morris 7300), Batán (Plaza del barrio) y La Peregrina (Plaza del barrio).
La jornada, además del pedido expreso del salario básico universal, incluirá reivindicaciones como un aumento general para empleados públicos y privados, incremento de jubilaciones y aguinaldo para cooperativistas y beneficiarios de Potenciar Trabajo.
