Feria Mitre: sortear la crisis con la puesta en valor y los productos “gancho”
Si bien las y los feriantes aseguran que el turismo “respondió bien” en el microcentro de la ciudad, reconocen el “gran esfuerzo económico” para el veraneo y consumo.
Luego de un 2023 convulsionado para la Feria Mitre, no solo por los conflictos que atravesó el sector de la cultura a nivel local a raíz de la disolución de la Secretaría sino también por sus propias particularidades −la nueva ordenanza que los regula y las negociaciones con el gobierno municipal por la remodelación de los puestos−, las y los feriantes y manualistas aseguran que la temporada 2024 los encontró bien posicionados a pesar de la crisis económica que atraviesa el país y que generó una caída del turismo en Mar del Plata.
“Esta temporada la feria estuvo como nunca. Logramos mejorarla en cuanto a la estética y nuestros productos, pero sabíamos de antemano que no iba a ser una temporada fácil. Y si bien hemos trabajado bien y la feria ha estado a full, caemos en lo que fue el contexto general de la temporada”, analizó para Qué digital Aldo, referente del espacio.
La “Feria Social Mitre” nació en Mar del Plata en 2001 a partir de la necesidad y en pleno contexto de crisis. Desde entonces, los puestos ubicados sobre la calle Mitre en la Plaza San Martín, se tiñen de color cerca de cada temporada de verano e invierno para esperar al público turista. En la actualidad, al menos 80 familias subsisten gracias a esas fuentes de trabajo.
Luego de funcionar desde 2013 regulados a través de un permiso que se renovaba año a año, en 2022 y −tras idas y vueltas− el gobierno impulsó una nueva normativa. Así en junio de 2023 se aprobó esa nueva ordenanza y la Feria Mitre pasó a funcionar bajo la órbita de Cultura al igual que funcionaba la gran mayoría de las ferias de artesanos de Mar del Plata aunque, tras la unificación del Ente Municipal de Turismo y Cultura (Emturyc), desde septiembre pasaron a depender −no sin críticas y malestar general− de la Secretaría de Desarrollo Productivo e Innovación, hoy renombrada “Secretaría de Desarrollo Local e Inversiones”.
Y una de las modificaciones planteadas por parte del Municipio tenía que ver con una “puesta en valor” de la Feria Mitre con modificaciones de los puestos, a cargo de los propios feriantes, algo que destacan, trajo sus frutos: “Nos habíamos comprometido a poner en valor la feria y fue difícil porque el costo fue por parte de nuestra, pero en ese sentido cumplimos con el Municipio y si bien no es el ideal que nosotros hubiésemos querido, porque la idea era reformarla totalmente, tratamos de hacer lo mejor y se llegó a diciembre con un gran esfuerzo por parte de todos. La mejoramos en un 80%“, destacó Aldo.
Puntualmente, la normativa estableció que sus puestos deben ser desmontables, no fijos (a excepción de la temporada) para de esa manera “liberar” la plaza en las fechas que no funciona, es decir, por fuera de las vacaciones de invierno, Semana Santa y fines de semana largo o feriados.
Fue esa renovación estética pero también lo que denominan los productos “gancho” lo que les permitió, según analizó el referente, lograr sortear la temporada 2024 en medio del contexto social y económico de crisis que atraviesa el país y que repercute también en Mar del Plata con la llegada de −según cifras oficiales− un 6% menos de turistas en enero aunque con una caída mayor en los niveles de consumo.
“Nos avocamos todos a poner a punto la feria, que cada uno logre ofrecer al turista lo mejor de sus productos. Hemos trabajado bien y vinieron de todas las provincias como siempre, pero te das cuenta que el turista ha hecho un esfuerzo terrible en cuanto a lo económico para poder venir. Se fijan mucho en el precio, por eso todos tenemos un producto económico, gancho. En sí el turismo respondió bien, estamos trabajando hasta la 1 o 2 de la mañana, pero no escapamos al contexto económico que fue bastante complicado este año”, aclaró.
De todas maneras, para el referente se hace evidente la ventaja de estar en el microcentro de la ciudad. Es que si bien la afluencia turística se mantuvo en la Feria Mitre prácticamente similar a la de otros veranos −aseguró− también reconoció que en otros sectores como el hotelero o gastronómico la “merma de turistas” impactó de otra manera.
EL DESPUÉS DE LA TEMPORADA
Pero intentar mantener el volumen de ventas no fue lo único que tuvo que sortear la Feria Mitre esta temporada. El comienzo de obras de remodelación de la Peatonal San Martín, licitadas durante el 2023, también puso en jaque el futuro del funcionamiento de los puestos y, aunque luego pudieron negociar su reprogramación, también fue otro de los puntos que tuvieron que resignar en su negociación con el gobierno.
Luego del alerta de varios comerciantes y ferias, lograron firmar a fin de año un acta acuerdo con el gobierno municipal y la obra, finalmente, se pospuso para los primeros días de marzo aunque también implicó, explicó Aldo, “resignar” otro momento clave de ventas para la feria turística que, justamente, se sostiene a lo largo del año a partir de lo recaudado durante estos meses.
“Decidimos relegar y permitir que la obra empiece el 11 de marzo en agradecimiento. Lo firmamos con funcionarios del Ejecutivo junto a comerciantes de San Martín y las demás ferias, la de trenzas, la de la Diagonal y una nueva que se está armando sobre San Martín. Relegamos un poco el trabajo de marzo que es un mes importante porque muchos jubilados y personas que no pudieron venir en en enero y febrero llegan y hay algo de turismo“, planteó.
Así, luego de un largo trayecto y de luchas por sostener las fuentes de trabajo familiares, para Aldo la Feria Mitre celebra una “temporada como nunca” con todo el esfuerzo que implicó por parte de los feriantes y manualistas readecuar los puestos con su propio dinero, poner en valor la feria, y elaborar artesanalmente productos gancho que llamen la atención de los bolsillos del público turista en un contexto por demás complejo.
